Rolando Vilca Begazo
En nuestro país, lamentablemente, los casos de violencia aumentan cada día. Y no solo aquellos referidos a la mujer, sino contra los niños y los adolescentes.
En el 2017, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 64.2 % de las mujeres sufrió violencia psicológica; el 31.7 %, violencia física; y el 6.6 %, violencia sexual. En el caso de los menores, de acuerdo al reporte de los Centros de Emergencia Mujer, cada día se presentan unos 60 casos de violencia contra niños y adolescentes; y de esta cifra, el 60 % de las víctimas son mujeres.
En opinión de Rodolfo Castro, director del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la Universidad Católica San Pablo (IMF-UCSP), este panorama es el reflejo de que “estamos en una sociedad muy acelerada, muy cambiante y agresiva, que genera un ambiente de violencia”.
Castro lamentó, además, que el Gobierno nacional aborde este problema de manera errada, al responder con “más violencia” y enfocarse solo en agravar más las penas y dejar de lado las políticas de prevención. “Hay que ir a la raíz del problema, que está en la educación y en la familia”, apuntó.
Por ello, recomendó “trabajar más en el fortalecimiento de la familia, que es donde se adquieren las habilidades para insertarnos en el tejido social”. Y, claro, esta es una tarea de mediano y largo plazo que requiere primero “sentar las bases en la educación y la familia”.
“La prevención demanda políticas de largo plazo y una mayor inversión; además de una intervención articulada de todos los ministerios involucrados en el tema de atención de las personas. La violencia que existe en el país no la vamos a resolver con medidas cortoplacistas”, enfatizó.
Importancia de la familia
La recomendación hecha por Rodolfo Castro se contrasta con los resultados de un reciente estudio realizado por el IMF-UCSP sobre el estado de la violencia en el Perú. Allí se advierte que en los hogares bien constituidos, con el padre presente y donde se toma en cuenta la opinión de los hijos, existen menos probabilidades de sufrir algún tipo de violencia.
El informe revela que en el caso de los niños, cuyos padres toman en cuenta su opinión, tienen 48 % menos probabilidades de sufrir violencia dentro del hogar. En tanto que en los adolescentes se incrementa este factor de protección hasta 78 %.
A ello se añade que la probabilidad de que los niños sufran violencia es 3.68 veces más si provienen de familias dentro de las cuales son frecuentes las peleas y las discusiones entre sus miembros; mientras que en el caso de los adolescentes este factor de riesgo llega a 4.14 veces más si provienen de un hogar violento.
Castro recordó también que los niños que conviven en un ambiente en el que los padres son violentos y sufren maltrato adquieren la disposición de repetir esa conducta cuando sean adolescentes o adultos. “La violencia es un problema intergeneracional, que se va repitiendo de manera cíclica”, agregó.
Radiografía de la violencia
De acuerdo a la investigación hecha por el IMF-UCSP, las mujeres con parejas que consumen alcohol hasta embriagarse tienen 8.6 veces más probabilidades de ser agredidas. De igual forma, si recibieron solo educación primaria tienen 1.4 veces más posibilidades de sufrir violencia, en contraste con mujeres que cuentan con educación superior.
Otro aspecto que llama la atención es que la violencia está más presente en las zonas urbanas: las mujeres que viven en este ámbito tienen 1.16 veces más probabilidades de ser agredidas, frente a las que habitan en el ámbito rural.
El estudio también confirmó que la violencia es un problema intergeneracional. Se evidenció que las mujeres que presenciaron agresiones entre sus padres tienen 1.5 veces más probabilidades de ser agredidas; en tanto que aquellas que de niñas sufrieron violencia física tienen 1.3 veces más probabilidades de sufrir este tipo de violencia en comparación con las mujeres que no vieron pelear a sus padres o que no sufrieron agresión de parte de ellos.
Un factor de protección que se advierte en el caso de las mujeres es que cuando sus esposos o convivientes son mayores por cinco o más años tienen 26 % menos probabilidades de ser agredidas en comparación con las parejas que tienen la misma edad.
Por otro lado, el principal motivo que provoca que la mujer sufra violencia física es cuando ella se niega a tener relaciones sexuales con su pareja, ya sea porque este la maltrata (93.7 %), porque ella está enferma (95 %) o porque él está bajo los efectos del alcohol (89.3 %).
En el caso de la violencia que sufren los niños y los adolescentes dentro del hogar y el colegio, otro factor de riesgo identificado es el ser parte de familias muy numerosas. Aquí, Rodolfo Castro precisó que el mayor riesgo se concentra en los hogares no solo con más hijos, sino también con la presencia de abuelos y otros familiares, y con escasos ingresos económicos.
Entre los factores de protección, el reporte señala que los adolescentes que estudian en colegios privados tienen 59 % menos probabilidades de sufrir violencia que sus pares de colegios nacionales. De la misma manera, los adolescentes en cuyas clases hay un mayor número de mujeres tienen 3 % menos posibilidades de sufrir violencia en contraste con aquellos en cuyas clases hay pocas mujeres.
El modelo se repite
– Los adolescentes que soportan violencia dentro de sus hogares tienen 3.96 veces más probabilidades de sufrir violencia en el colegio, en contrate con los adolescentes que no son violentados en el hogar.
– Los niños que padecen de violencia dentro de sus hogares tienen 4.52 veces más posibilidades de sufrir violencia en el colegio, en contraste con otros niños que no soportan este maltrato en casa.
– Las mujeres que fueron agredidas físicamente por sus padres cuando eran niñas tienen 1.3 veces más probabilidades de ser agredidas, en comparación con las mujeres que no sufrieron este maltrato.
Violencia se reduce en los hogares democráticos
– Los niños cuyos padres toman en cuenta su opinión tienen 48 % menos probabilidades de sufrir violencia.
– Los adolescentes cuyos padres toman en cuenta su opinión tienen 78 % menos probabilidades de sufrir violencia.
Violencia en el colegio
Los adolescentes que estudian en colegios privados tienen 59 % menos probabilidades de sufrir violencia que sus pares de colegios nacionales.
Los adolescentes en cuyas clases hay un mayor número de mujeres tienen 3 % menos posibilidades de sufrir violencia, en contraste con aquellos en cuyas clases hay pocas mujeres.
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