* Sensibilización a los conductores empieza esta semana y medida regirá desde agosto.
* Especialista señala que reducción de esmog será poco significativa porque este se trasladará a otras zonas.
Kelly Castillo
El centro histórico de Arequipa, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, soporta un flujo de 20 000 vehículos en horas punta. La gente llega atraída por los cerca de 40 000 negocios que funcionan en el centro de la ciudad. Este desplazamiento genera una alta congestión, problemas de contaminación que afectan la salud de las personas y el deterioro de la zona monumental.
“La ciudad tiene cerca de 500 años y su estructura corresponde a un tipo de movilidad distinto, cuando la gente caminaba o utilizaba movilidad asistida. Cuando aparece el automóvil, la ciudad crece de manera desordenada y se satura de vehículos. El centro soporta cargas vehiculares para las que nunca estuvo diseñado ni preparado. Por eso, es importante aplicar el ‘plaqueo’ como parte de la reforma de transporte”. César Simborth, asesor en diseño urbano y transporte sostenible de la Municipalidad Provincial de Arequipa.
Para mitigar este impacto —al menos en el centro histórico—, la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) impulsa el ‘plaqueo’, una estrategia para controlar el ingreso de taxis y automóviles particulares basada en el último dígito del número de placa. Están exceptuadas las movilidades escolares, de policías, de bomberos y de los residentes en esta zona.
Esta disposición está detallada en la Ordenanza Municipal 027 de 2015, pero nunca se aplicó. Ahora la MPA la desempolvó y la impulsará “gradualmente”.
El perímetro del centro histórico que los vehículos no podrán sobrepasar está delimitado por las vías La Marina, 28 de Julio, Paz Soldán, Salaverry, Jorge Chávez, Goyeneche, Don Bosco, Prolongación Ayacucho, Peral y Juan de la Torre. En este contorno se han identificado 25 puntos de acceso al centro que serán controlados por 100 inspectores municipales en dos turnos, acompañados de policías.
César Simborth Escudero, asesor en diseño urbano y transporte sostenible de la MPA, indica que esta “es una de las siete estrategias en materia de movilidad sostenible que se impulsan como parte del plan de gobierno de la actual gestión”.
“La ciudad tiene cerca de 500 años y su estructura corresponde a un tipo de movilidad distinto, cuando la gente caminaba o utilizaba movilidad asistida. Cuando aparece el automóvil, la ciudad crece de manera desordenada y se satura de vehículos. El centro de la ciudad soporta cargas vehiculares para las que nunca estuvo diseñado ni preparado. Por eso, es importante aplicar la medida como parte de la reforma de transporte”, explica.
También argumenta que “es un ‘plaqueo’ bastante moderado, no como en otras ciudades latinoamericanas [de Colombia o de Chile], donde se aplicaron restricciones con placa par e impar, que de un solo porrazo retiraron el 50 % de la movilidad. Aquí estamos siendo más mesurados, solo estamos trabajando con dos dígitos de placas diariamente, lo que nos permitirá reducir el tráfico y la contaminación entre 20 y 30 %”, señala el asesor de la MPA.
Esta semana, se hará la sensibilización a los conductores y desde agosto la norma entra en vigencia.
Enfermedades de la ciudad
William Palomino Bellido, gerente del Centro Histórico de la MPA, afirma que esta medida permitirá mitigar el impacto de tres “enfermedades de la ciudad”, que son la contaminación sonora, la contaminación del aire y el tráfico, que afectan no solo la salud de los arequipeños, sino también el patrimonio monumental.
Señala que en los centros históricos la velocidad de los vehículos no debe ser menor de 30 km por hora, pero hoy circulan entre 10 y 20 km por hora. Esto genera gases contaminantes, cuyas partículas se impregnan en el sillar que se torna gris, y vibraciones que a la larga provocan fisuras en los monumentos, lo que obliga a una restauración más frecuente, con el riesgo de que estos pierdan sus características originales.
El ruido es otra patología. Según Palomino Bellido, en el centro histórico se sobrepasa el límite permisible de 70 decibeles (dB, unidad de intensidad acústica). Por ejemplo, en La Merced es de 76 dB y en La Marina es de 77 dB. Esto provoca en los arequipeños una pérdida de la capacidad auditiva gradual e irreversible.
¡A caminar!
Simborth agrega que el ‘plaqueo’ también busca inducir a las personas que viven a distancias menores de tres kilómetros a acceder al centro histórico caminando.
“Un radio de caminata aceptable por el usuario es de 0 a 25 minutos, que es el tiempo máximo que una persona dedica a un viaje en cualquier modalidad. Eso es 2 o 2.5 km como máximo, entonces, las personas pueden acceder caminando”, afirma.
Según Simborth, también mejoraría la seguridad porque se restringirá el ingreso de los taxis informales, que son utilizados en actos delictivos.
“De todas maneras, mejorará el tráfico, pero el objetivo no es mejorar el tráfico, sino la movilidad de la ciudad en forma sostenible”, dice.
Poco significativa
Consultado sobre esta estrategia, Zacarías Madariaga Coaquira, director ejecutivo de Salud Ambiental de la Gerencia Regional de Salud, consideró que si bien ayudará a descongestionar el centro histórico y dará mayor fluidez a los vehículos en el centro, la medida es sectorial y no total. “El problema de la contaminación es macro”, advierte.
“La reducción de la contaminación va a ser poco significativa, no olvidemos que el aire está en circulación constante y, por tanto, del centro se trasladará hacia otros lados. Pero habrá que hacer las evaluaciones luego de que se ponga en marcha la medida”, refirió.
La contaminación en la ciudad sobrepasa los 100 microgramos por metro cúbico permisibles, llega incluso a 130, y entre los puntos más críticos están las calles La Merced, Salaverry y Goyeneche, entre otras.
Principales afectados
Isidro Flores Sosa, representante de la Central Regional de Empresas y Asociaciones de Taxis (Creat), quien afirma representar a 26 000 taxistas formales, se mostró a favor de esta medida pero con algunas observaciones.
“Estamos de acuerdo, pero hay aspectos que el municipio tiene que pulir, como declarar el centro como zona rígida, capacitar a los inspectores y comprometer a todas las instituciones, por ejemplo, a la policía nacional, y a los dueños de los establecimientos que usan las calles como estacionamiento. Todos tenemos que mojarnos y, como dice el municipio, donarle un día a Arequipa; pero si no es así, fracasaría el programa”, consideró.
En cuanto a los vecinos que viven en el centro, se les dará una credencial para su identificación con el fin de no tener dificultades para acceder a sus casas, dijo Ricardo Lira, gerente de Transportes.
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