Rolando Vilca Begazo
Pese a que varios sectores sociales y políticos del país, platean la renuncia del presidente Pedro Castillo e incluso, el adelanto de elecciones generales —como salida a la convulsión social que vive el país— este camino podría generar más inestabilidad política.
El politólogo, Carlos Timaná Kure, consideró que nada nos garantiza que, con la dimisión de Castillo o la convocatoria a elecciones generales, se resuelva la crisis social, política y económica que cada vez se agudiza más en el Perú.
“Castillo hizo mucho daño al país y tiene muchos problemas sin atender, pero su salida no traerá una solución automática a nuestros problemas; sino que, seguiremos en medio de esta inestabilidad política, que se extiende por cuatro años desde la renuncia de Kuczynski”, aseveró el también director del Centro de Gobierno de la Universidad Católica San Pablo.
Timaná, lamentó además que, en medio de este grave panorama, no se vislumbren nuevos liderazgos que concilien con los intereses de la población. “Ese es el gran problema que hay; por más desazón que haya en esta crisis, no hay líderes que puedan canalizar de forma adecuada las demandas del país”, apuntó.
Aún no llega su fin
El politólogo también aclaró que, muy a pesar de que la conflictividad social sea aguda, más aún ante la debilidad que muestra el gobierno de Castillo, desde el inicio de su gestión, aún no estamos frente a lo que podrían ser sus últimos días como inquilino de la casa de Pizarro.
“Todavía faltan más elementos para decir que estamos ante el final del gobierno de Castillo, aunque ya se hablan de varias salidas políticas a esta convulsión social del país”, señaló.
Timaná se refiere al papel que juega Vladimir Cerrón, como estratega y apoyo político a través del partido y la bancada de Perú Libre. Aquí, si el Ministerio Público y el Poder Judicial, mediante las investigaciones en su contra ‘logran aislarlo’, podrían propiciar la orfandad política de Pedro Castillo y eso, lo obligaría a renunciar.
Lo otro y más complejo de resolver —a decir de Carlos Timaná—, es que “la izquierda latinoamericana, que sabe cómo reponer presidentes y recordemos lo que pasó con Evo Morales y el retorno del MAS en Bolivia; tratará de mantener y apuntalar el gobierno de Castillo”.
No obstante, Timaná reconoció que, la convulsión social que afronta el gobierno de Castillo, es “una prueba de fuego para mantener su gobernabilidad”, pues cada vez se queda más solo, sobre todo por el reclamo de las diferentes fuerzas sociales y en el plano político, con el traspaso de Juntos por el Perú —su aliado— a la oposición.
“Castillo demostró ser uno de los gobernantes más débiles, por eso es muy fácil que las fuerzas vivas de la sociedad lo quieran presionar para ver qué pueden lograr. No tienen nada que perder y sí mucho qué ganar. La situación de inestabilidad política y los conflictos sociales, se agudizan por eso”, agregó.
“El Congreso no asumió su rol histórico ante la permanencia del presidente Castillo. Hay intereses de por medio y por eso la vacancia no prosperó. Lo que queda, es presionar para lograr una salida política a esta crisis, a partir de la sucesión presidencial”.
Carlos Timaná Kure, director del Centro de Gobierno de la Universidad Católica San Pablo
La salida es institucional
Frente a este escenario, la única salida que debe darse es la del camino institucional. Según Carlos Timaná, por más difícil que sea, Castillo “debe trabajar por la recuperación de la paz social y evaluar su renuncia”.
Después de ello, deberían llegar a un acuerdo político amplio, para propiciar la sucesión presidencial con Dina Boluarte y “si efectivamente, la situación no se vislumbra como el mejor escenario, entonces tendríamos que llegar a las elecciones generales”.
“No es fácil el camino que debemos seguir, está lleno de incertidumbre, pero tenemos que recorrerlo si queremos encontrar una solución”, sentenció.
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