Juan Pablo Olivares
En los últimos años, el fútbol femenino en el Perú ha mostrado un importante crecimiento. Las futbolistas se han ganado el cariño de la hinchada y cada vez son más las personas que las identifican en los estadios y en la calle.
Sin embargo, la historia y evolución del fútbol femenino no ha sido un camino de rosas, y la lucha por la igualdad de trato y reconocimiento dentro del deporte rey continúa. Lo avanzado hasta el momento es importante pero no es suficiente.
Ni igualdad ni equidad
Alejandra Zevallos Ponce, antigua alumna de Derecho de la Universidad Católica San Pablo y actual estudiante de la maestría en Derecho Deportivo en España, sostiene que el fútbol femenino en el Perú e incluso, en el extranjero, aún no se puede comparar con el masculino.
Esto debido a que no existe una igualdad o por lo menos, una equidad salarial. Además, el trato, las condiciones de trabajo, la discriminación y una mayor visibilidad, son puntos que se tienen que seguir mejorando en comparación a los varones.
El conservadurismo en este deporte, de alguna forma también ha relegado a la mujer y ha reservado su práctica sólo para los hombres.
Reivindicar sus derechos
Zevallos, sostiene que es fundamental especificar en un contrato el monto de la remuneración, las horas y condiciones de trabajo y la transparencia en la información. De igual forma, las oportunidades de desarrollo y crecimiento durante los años de trabajo. “Los derechos de la futbolista están reconocidos pero no garantizados”, sentenció.
Para la abogada, una mayor presencia mediática, hará que las futbolistas y los mismos clubes estén más expuestos al apoyo y respaldo de las marcas y empresas. Así también, se debe crear y desarrollar espacios seguros, libres de violencia para la práctica del fútbol.
De otro lado, la falta de profesionalismo y la baja remuneración, según Zevallos, ocasiona que las futbolistas no puedan dedicarse íntegramente a esta disciplina.
Una investigación realizada por la Fundación Deporte e Igualdad en 2022, reporta que más del 80 % de las futbolistas tienen un salario menor a los 500 soles. Mientras que el 13 % recibe un sueldo mensual entre los 500 y 950 soles, y sólo el 5% supera los 950 soles mensuales.
Además, de acuerdo a este estudio, el 20.5 % de chicas juega, trabaja y estudia, el 37 % juega y trabaja, el 24.8 % juega y estudia y sólo 17.5 %se dedica a jugar.
Derecho maternal
Otro punto a tomar en cuenta, según la abogada, es el derecho a ser madres. Aunque existen algunas medidas impulsadas en varios países que intentan darles un respaldo y garantía en su etapa de maternidad, todavía queda un camino por recorrer estrictamente en el ámbito normativo.
Por más reprochable que parezca, antes que la FIFA diera a conocer una normativa con respecto a las futbolistas embarazadas, que garantiza sus derechos, las futbolistas que se convertían en madres estaban prácticamente obligadas a dejar el fútbol.
Estos hechos obligan, según la abogada Alejandra Zevallos, a que las futbolistas establezcan en sus contratos la garantía y respaldo en un eventual proceso de maternidad.
“Las futbolistas que deciden ser madres deben tener flexibilidad para el entrenamiento, inclusive, los clubes deben tener una área acondicionada para que puedan maternar sin ningún problema”, explicó.
En definitiva, de promoverse los derechos e igualdad y un renovado interés por parte del público aprovechando el boom del fútbol femenino, se podría derribar de una vez por todas los prejuicios y las barreras y sólo así se daría una verdadera profesionalización del fútbol femenino en el Perú y el mundo.
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