Christiaan Lecarnaqué Linares
Hasta tres grupos de carpas rodean el estadio Melgar. Debajo de mallas, telas y fierros, hay más comerciantes mujeres que varones, con todo lo que necesitas o no para la Navidad.
Hombres y mujeres de Arequipa saben que este mes no es tiempo de ahorro, sino de gasto. Por eso, husmeando entre uno y otro toldo, van escogiendo lo que necesitan para adornar sus casas lo mejor posible. El problema no es el precio, sino la novedad o lo necesario para embellecer el hogar en esta temporada.
Entre todos estos puestos de venta, a unos metros de la avenida Independencia, está el de Herminia Quispe, que sale del común denominador vendiendo cuadros con marcos en pan de bronce y los tradicionales niños manuelitos. Hace tres años que viene a nuestra ciudad para poner a disposición de los arequipeños sus artesanías.
En la capital del Tahuantinsuyo (Cusco), en el barrio de San Blas, la familia de Herminia Quispe tiene su taller llamado Aranya, dedicado a la fabricación de marcos en pan de bronce, la especialidad de la joven vendedora, y los niños manuelitos. Ella aprendió esta habilidad de sus padres y dedica el 100 % de su tiempo a este oficio, a tal punto, que viene sola a Arequipa a promover los trabajos de su familia.
Los marcos de cedro, cubiertos con pan de bronce (según Herminia el pan de oro es más brillante), enmarcan pinturas al óleo en alto relieve, que generalmente son comprados por devotos o turistas.
En el caso de los niños manuelitos, están hechos de pasta de arroz, madera, con paladar y ojos de cristal. Las imágenes van sentadas, con las piernas cruzadas, en una silla de madera. Su pelo es natural, confeccionado con restos de cabellos de mujeres.
Herminia, recomienda no guardarlos después de las celebraciones de Navidad, sino mantenerlos en casa durante todo el año. “Unas veces sentado y otras veces recostado”, dijo. Su fiesta principal se celebra en la Bajada de Reyes, el 6 de enero, en Cusco. Este festejo motiva a las familias cusqueñas a reunirse para departir entre ellas; los regalos se entregan en Navidad. También tienen por costumbre pedirle deseos de bienestar, dinero o salud para sus hogares.
Los nuevos pesebres
Barnizados hasta alcanzar una tonalidad marrón, destacan como novedad, los pesebres hechos con polietileno de alta densidad o tecnopor más compacto, mezclado con yeso. Estos innovadores materiales le dan una mayor densidad a estas estructuras que semejan casonas antiguas.
Armando Cuno los vende cerca de la tribuna norte del estadio, con precios que van entre los S/ 200 a S/ 500, según el tamaño.
Hace cuatro años que ofrece estas casitas inspiradas en estilos españoles, vistos en videos de YouTube o redes sociales. “Duran más que otras y hasta el momento no he tenido quejas”, señaló.
Desde Puno
No solo artesanos de Arequipa o Cusco, venden en esta feria, sino también de Puno. Hilda Pari, presidenta de la Asociación 25 de Diciembre ‘José Domingo Choquehuanca’, dijo que 76 socios participan en este evento con nacimientos y adornos navideños. Aunque, en su caso, vende ollas de barro de todos los tamaños y pronto, alcancías con imágenes de superhéroes.
Hilda Pari, también viene desde hace varios años a Arequipa para vender sus productos. Formó parte de los comerciantes que, en Navidad, hace décadas, tomaban las calles céntricas de la ciudad como San Camilo y Deán Valdivia, luego fueron llevados a un espacio ubicado frente al área de Ingenierías de la Unsa, hasta finalmente terminar alrededor del estadio Melgar.
No se queja de la clientela porque tiene venta, pero asegura que hubo tiempos mejores. No obstante, hasta el 31 de diciembre, fecha final para su permanencia en la feria, espera vender todas sus ollas con la esperanza de que los arequipeños se animen a preparar los potajes de fin de año en estos utensilios ancestrales. Cuestan entre S/ 30 a S/ 60.
De todo y para todos
Entre los productos ofrecidos destacan los nacimientos arequipeños con imágenes que llevan la indumentaria típica del loncco: camisa blanca, sombreros de ala ancha y otras prendas que distinguen a esta postal mistiana. La versión arequipeña de José, María y Jesús, en algunos casos, se ambienta en los portales de la Plaza de Armas, el mirador de Yanahuara, o la Catedral. Si apuestan por una opción con fuerte identidad local esta es una alternativa.
El resto de stands vende luces multicolores, casas de madera, nacimientos de todos los tamaños, guías para los árboles navideños, bolas de colores, y papel para armar los cielos estrellados que simulan la vez que vino Jesús al mundo.
En esta feria hay de todo y para todo tipo de bolsillo, aunque no se puede negar que la inflación hizo lo suyo para ajustar los costos este mes. Por ejemplo, el misterio más económico, que incluye Niño Jesús, Virgen María, José y los tres Reyes Magos, puede costar S/ 25. Una pequeña cuna para el Niño Jesús, S/ 5. Su ropa, S/ 5. La casita más económica de madera, S/ 35. Animalitos de yeso decentes para el nacimiento, dos por S/ 5. La bolsa de pasto, S/ 1, y para el árbol de Navidad, hay paquetes de 12 bolas grandes, cualquier color por S/ 25.
Si mira bonito al comerciante, hay descuento, pero ¿para qué? Si en diciembre todo es posible, menos el ahorro.
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