Christiaan Lecarnaqué Linares
Una vez destapado el pote de helado, el olor a lúcuma invade la mesa. El funderelele (cuchara para helado) saca varias bolas de esta deliciosa crema, inspirada en la torta crocante de lúcuma, para colocarlas en un pequeño bowl.
Al probar este helado artesanal, el sabor de la fruta predomina y se eleva cuando se mezcla con las líneas de chocolate incluidas en este postre. Se percibe exquisito y cremoso en el paladar con un dulce preciso, el justo y necesario para coronar un buen almuerzo.
Este es uno de los productos innovadores de la heladería Cremdule, un emprendimiento arequipeño que fabrica helados artesanales y naturales inspirados en conocidos postres.
Bajo el lema: “Tus postres hechos helado”, Paola Villegas, antigua alumna de Ingeniería Industrial de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), inicia este negocio en 2020. El proyecto nace durante la primera cuarentena de la pandemia del covid-19, momento en que también culminaba su carrera.
Bautizó su negocio como Cremdule, por la pronunciación de las palabras francesas crème de lait que significan crema de leche.
¿Cómo empezó?
Aprendió esta preparación a partir de una receta publicada en Instagram. Empezó con el pie de limón, su postre favorito. Le tomó tiempo encontrar el sabor exacto de la tarta. “Recuerdo que hice hasta seis pruebas de este helado”, dijo.
Al probarlo, la sensación en el paladar es idéntica al del referido postre, lleva, además, pedacitos de la masa que soporta la crema hecha con limón y huevo.
“En nuestros postres ponemos trozos de galleta, merengue suizo o de la misma tarta. Tiene que haber una textura que le dé un valor agregado al helado”, explicó.
Cremdule empezó en la cocina de la casa de Paola. Usó los artefactos y utensilios de su mamá que tenía a la mano. Cuando el negocio empezó a crecer, este espacio empezó a quedarse chico.
Se mudó al tercer piso de su vivienda, donde funciona el taller de producción hasta la actualidad, no obstante, ya tiene planes para mudarse a otro espacio con una infraestructura más adecuada para el negocio.
¿Helado de popcorn?
Dentro de su variedad de sabores hay uno que llama la atención: el helado de popcorn y caramelo salado. Sí, inspirado en esas palomitas de maíz vendidas en una conocida cadena de cines en Arequipa, donde mezclan los sabores salado y dulce en una sola caja para disfrutar una película.
Aquí, el helado sabe a canchita reventada y va acompañado de popcorn caramelizado con sal de maras, para mantener la combinación de lo dulce con lo salado. “Este es uno de los más vendidos”, comentó, y el que no le demandó mucho trabajo para su preparación. “Salió a la primera”, recordó.
Innovador y arriesgado
Sin duda, Paola fue pionera al lanzar este producto innovador en el mercado, y ello habla del riesgo que tomó para empezar con su negocio.
Para ella, dos factores funcionaron como indicadores de que el emprendimiento iba por buen camino. Primero, la aceptación del público y segundo, la competencia.
“Los clientes se sorprendían por los sabores que ofrecíamos y compraban varias veces. Además, salían marcas con productos similares a los nuestros y esto fue un indicador de que estábamos en buen camino. Estos dos puntos fueron decisivos para seguir con el emprendimiento”, analizó.
Cremdule no deja de crecer, ya cuenta con dos puntos de distribución y va por el tercero. Se ofrece también por aplicaciones como Rappi y Pedidos Ya. La meta es seguir apareciendo en más establecimientos comerciales para endulzar los paladares de los fanáticos de los postres.
EL DATO
Para contactos pueden llamar al: 941 465 573. Tiene cuentas en Facebook: https://www.facebook.com/cremdule e Instagram: https://www.instagram.com/cremdule También pueden hacer pedidos por WhatsApp.
EL CONSEJO
“Una limitación fuerte es el miedo. No hacemos cosas por miedo. Hay que arriesgarse y tener en cuenta que ganar o perder es importante. Así pierdas vas a aprender algo. Para mí no hay nada que perder. Siempre es bueno arriesgar”. Paola Villegas
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