Christiaan Lecarnaqué Linares
A unos metros del óvalo de la avenida Los Incas (u óvalo Dolores) funciona el restaurante “DragonBarr”, un emprendimiento estrenado hace cuatro meses en la ciudad que ofrece parrilladas sazonadas con los poderes culinarios de Goku y sus amigos.
Goku es el protagonista de uno de los mangas más populares a nivel mundial llamado Dragon Ball, una historia que llegó a la televisión peruana en los años noventa y que hasta la actualidad tiene vigencia. El gusto trascendió a varias generaciones, a tal punto que padres e hijos disfrutan de las aventuras de Goku, Vegeta y el maestro Roshi.
Aprovechando esta popularidad es que DragonBarr ofrece parrilladas y bebidas en un local decorado con esta temática.
La idea ganadora
Jaime Torres Pineda, uno de los encargados de este local, cuenta que el proyecto nació cuando el enamorado de su hermana envió un meme con esta idea que terminó siendo la ganadora.
Antes de esta feliz casualidad, ya había la intención de hacer un negocio con alguna temática. Primero pensaron (el negocio es familiar) en un restaurante tomando como inspiración la serie Vikingos de Netflix, pero optaron por Dragon Ball porque es más popular. Además que fue y es una de las series favoritas de Jaime.
Con el tema elegido pusieron manos a la obra. Con los utensilios básicos para implementar un restaurante de parrilladas vino la decoración inspirada en este manga. En las paredes y servicios higiénicos hay imágenes de Goku, Vegeta, Bulma, etc.
Los nombres de platos y bebidas
También bautizaron varios platos y bebidas con nombres relacionados a la serie. Por ejemplo, hay una parrillada llamada la “Supersaiyajin”, una de las conocidas transformaciones de Goku que otorga poderes ilimitados al personaje.
Así como esta poderosa conversión ofrece una energía sin límites al protagonista de Dragon Ball, este combo parrillero de carne de res, pollo y cerdo, da una alimentación potente a los comensales.
Lo mismo hicieron con varios tragos. Uno de ellos lleva el nombre de “Kame hame ha”, una de las principales técnicas de combate de Goku, que en DragonBarr es una bebida que mezcla whisky, ron, agua con gas, hielo, para formar una bebida azul con la energía suficiente como para despertar al cliente. Se sirve en una pequeña tabla de madera en cuya esquina va pegado un muñeco de Goku en la posición ideal para lanzar este poder a su rival de turno.
Además, en cada mesa hay un vino tinto semiseco, proveniente de Vítor, etiquetado como “Guerreros Z”, a la mano del usuario por si desea consumir esta bebida.
Mientras que en medio del local hay una vitrina con juguetes coleccionables de los personajes de Dragon Ball y llaveros con las esferas del dragón que cuestan 25 soles cada uno.
Finalmente, si el comensal desea puede ver la serie animada en un televisor o de lo contrario comer escuchando la música del manga. “La idea es que el cliente se vaya feliz”, dijo Jaime.
En este negocio todo gira sobre Goku y sus amigos: los uniformes de los trabajadores, las cartas y las bolsas de papel que contienen los cubiertos. En Halloween se disfrazaron de los personajes de la serie para atender a la gente y luego participar de las celebraciones callejeras del Centro Histórico, donde muchos aprovecharon para tomarse un selfie con ellos.
Inicios complicados
Jaime Torres recordó que los inicios del emprendimiento no fueron los esperados debido a que no iba mucha gente. Veía que tomaban fotos de la fachada del local, el logo de este negocio imita al de la serie, pero no se animaban a ingresar. Hasta que las redes sociales, principalmente Tik Tok, hicieron su magia y empezaron a caer clientes.
Para Jaime Torres este restaurante es una gran motivación a su corta edad. Tiene 19 años y al salir del colegio empezó a trabajar en un local de Mariano Melgar que ofrece el mismo servicio que su restaurante. Inició lavando platos y luego como parrillero. Lo aprendido en esa corta experiencia culinaria le sirvió para iniciar su propio emprendimiento. “Nuestra diferencia con el resto es la sazón y la textura de la carne”, señaló.
Hoy, sentado en una de las mesas del restaurante sonríe cuando recuerda su pasado rebelde en el colegio. Dijo que hasta el fin de la primaria fue un alumno dedicado, o también conocido como “chancón”, porque incluso ganó diplomas por su disciplina académica. Pero llegó a la secundaria y su rendimiento escolar dio un vuelco de 180 grados. Sus notas bajaron notablemente hasta desaprobar varias asignaturas. “Jalé siete cursos”, ríe.
Sin embargo, como ocurrió en la secundaria, en la actualidad, fuera del colegio, su vida volvió a dar otro giro y lidera un negocio que poco a poco va construyendo con éxito en Arequipa, junto a su familia, y los personajes favoritos de su niñez y juventud.
Con seguridad señaló que el objetivo es consolidar el negocio, pero, además, abrir otras sucursales, con la misma temática, en otros puntos de la ciudad.
EL DATO
DragonBarr atiende desde las 13:00 hasta las 22:00 horas en la av. Dolores M-4, cerca al óvalo de la avenida Los Incas. El local es ideal también para familias con niños que comparten el gusto por Dragon Ball. Pueden llamar al 932 438 908.
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