Kelly Castillo Mamani
Una situación nunca antes vista vive Arequipa, con un gobernador regional (suspendido) en prisión y un alcalde provincial en funciones, sentenciado. Jamás había pasado que ambas autoridades, cabezas visibles de una de las principales regiones del país, afronten procesos judiciales por corrupción. Esta triste coincidencia, no es un tema menor, sino que afectó directamente el desarrollo de la región.
Para el sociólogo y analista político, Alipio Montes Urday, es una situación “sui generis”, que generó inestabilidad y paralizó el proceso de inversión, y el desarrollo de la región. Además, ha causado incertidumbre y desconcierto a una población que se siente defraudada.
En el caso del alcalde provincial, Omar Candia, dijo que estuvo distraído y más pendiente de la situación legal que pende sobre él, lo que no le permitió tomar decisiones con libertad. “Una sentencia en primera y luego en segunda instancia [si se confirma], anula la capacidad de trabajo. No somos de piedra, quita seguridad para que uno actúe”, sostiene Montes.
Sobre Elmer Cáceres Llica, sostuvo que su gestión nunca logró despegar, tuvo casos de presunta corrupción y una limitada capacidad con gente improvisada, cuya renovación era prácticamente al mes. En ese sentido, lamentó que sea un “periodo de gobierno perdido”.
Según explicó, en el tercer y cuarto año hay mayores inversiones en los gobiernos locales, pero esto no ocurrió por la inestabilidad y los problemas judiciales de las autoridades.
“Hay una limitada capacidad sin impacto en el desarrollo regional. Tampoco trabajaron en la institucionalidad, apenas hay un nivel de coordinación entre el Gobierno regional y los gobiernos locales, para la trasferencia de recursos de obras menores”, explica.
Para el sociólogo, esto evidencia que no sabemos qué queremos para Arequipa. “Hemos perdido el rumbo desde hace muchos años y desafortunadamente, aún no nos encontramos”, dice.
Una gestión mediocre
Carlos Timaná, politólogo y director del Centro de Gobierno José Luis Bustamante y Rivero de la Universidad Católica San Pablo, coincide en que, fue un periodo de gobierno “bastante mediocre”.
“Hay que darnos por bien servidos si llegan a entregar algo. Ha sido una gestión bastante mediocre en términos de indicadores sociales, no avanzamos, al contrario, hemos retrocedido en crecimiento económico y buena parte del presupuesto [casi la mitad] no se ha ejecutado”, refirió.
Timaná considera que, la parálisis tiene una explicación, “la repartija quita mucho tiempo y no deja a las autoridades toda la disposición que requieren para hacer las cosas de una forma correcta. Es como una especie de condena que va relegando esa agenda social de obras y calidad de vida. Eso fue evidente en estos tres años”.
El politólogo, considera que la pandemia no es excusa pues se pudo crecer con las dificultades. En el caso de Candia, había una cantidad de obras planificadas, pero prácticamente “entrega una Arequipa igual a la de hace tres años”.
“Uno no logra entender bien, qué es lo que se hacía durante la emergencia sanitaria, porque dentro de las competencias de la municipalidad provincial, no puede hacer tanto en el aspecto sanitario como el Gobierno regional. ¿En qué se le fue el tiempo de gobierno?, porque obras, no se ven”, se preguntó.
Acerca de Cáceres Llica, Timaná precisó que, estuvo ausente de la realidad y no pudo trabajar mejor, quizás por no encontrarse sobrio en muchos momentos —como se evidenció en ciertas actividades públicas—, “en esas circunstancias es complicado mostrar resultados”, apunta.
Para complicar más la situación, el año 2022 es un año electoral y las autoridades a cargo de la municipalidad provincial y del Gobierno regional, deben atender la transición. Timaná refiere que, en estos periodos hay mucha negociación política y es poco probable que haya resultados plausibles en tan poco tiempo.
EL DATO
El alcalde provincial Omar Candia, anunció que apelará la condena de seis años de prisión efectiva por el delito de colusión agravada, una vez que sea notificado. “Respeto la decisión de Poder Judicial, pero no la comparto”, señaló.
Gestión regional en duda
En relación a la gobernadora encargada, Kimmerlee Gutiérrez Canahuire, que es del mismo partido que Elmer Cáceres, Timaná explicó que no es ajena al caso de Los hijos del cóndor, porque fue mencionada en algunos audios. Estimó que, en algún momento tendrá que defenderse y habrá suspicacias si no facilita las investigaciones del Ministerio Público.
“La lucha contra la corrupción es compleja. Ella no tiene mucha experiencia en gestión pública. Con el tiempo sabremos si el discurso anticorrupción fue algo cosmético o no”, refirió.
Sin cultura democrática
El analista Montes Urday, considera que, no tenemos una cultura democrática que premie al eficiente o al honesto, sino que seguimos eligiendo por simpatía y por temas más emocionales que racionales.
Carlos Timaná afirma que, la crisis no es exclusiva de Arequipa, sino que se da en los tres niveles de gobierno. “El sistema de partidos y movimientos regionales, son empresas electorales donde las personas que postulan por medio de ellas, buscan lucrar y beneficiarse, tratando de conseguir recursos para financiar campañas y luego pagar favores por medio de contrataciones públicas”, agregó.
Hace falta líderes —opina— con una visión amplia de desarrollo, que trabajen por el bien común y una ciudadanía mucho más activa para que las cosas cambien.
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