Este año la cantidad de entrenadores despedidos en el torneo peruano, superó a la del año pasado. En su mayoría, los técnicos se fueron por malos resultados.
Juan Pablo Olivares
En lo que va el Torneo Apertura, ya son 10 los entrenadores que por diversos motivos dejaron sus puestos antes de tiempo. Con los recientes despidos del entrenador colombiano Flavio Torres del Deportivo Binacional y Marcelo Vivas del Sport Boys, se evidenció uno de los principales problemas del fútbol peruano: la falta de ‘paciencia’ de los dirigentes de los clubes para completar procesos.
Es alarmante el gran porcentaje de los equipos que no pueden mantener ni medio año a sus técnicos. La errada idea de conseguir objetivos en corto tiempo, provoca cambios constantes de entrenadores pensando que eso es lo mejor.
Pero, ¿el éxito de un equipo solo depende del entrenador y los dirigentes? Para el experimentado entrenador y formador de menores, César ‘Chalaca’ Gonzáles, la falta de dirigentes capacitados y conocedores de la realidad del fútbol peruano, así como el interés personal provocan decisiones erróneas.
“Aquí es dirigente el que más plata tiene y eso no debe ser así. La gente que maneja el fútbol debe tener estudios, contar con experiencia y amplio conocimiento”, dice.
Pero este no es la única ni la principal razón para las numerosas y contantes destituciones de entrenadores en el campeonato local, Gonzáles asegura que el fracaso de un entrenador en el fútbol peruano es reflejo del desconocimiento de la idiosincrasia del futbolista peruano.
“El futbolista peruano es engreído, indisciplinado y le gustan las fiestas. El jugador es difícil de manejar”, dice el popular Chalaca.
Trabajo integral
En tal sentido, el tema también le corresponde a la Federación Peruana de Fútbol (FPF), que debería trabajar por la integridad y desarrollo de los futbolistas.
Gonzáles asegura que en Perú, el entrenador no solo debe dedicarse a la preparación física y táctica, principalmente debe tener el control total del grupo, generar respeto y admiración por su jerarquía, y empatía con cada uno de sus pupilos, de lo contrario el jugador se da cuenta que el entrenador es débil en su cargo y se desentiende.
“En nuestro fútbol un técnico debe también involucrarse en el lado humano del deportista, solo así el jugador sacara la cara por el técnico. Lamentablemente la indisciplina del jugador viene de generación en generación”, aseguró.
¿Qué dice ‘Puchito’?
Por su parte el exentrenador del FBC Melgar, Luis ‘Puchito’ Flores, sostiene que el incumplimiento de un proceso en un club se da por dos factores. El primero es la falta de resultados y en ese sentido, es más fácil despedir a una persona que a 20 jugadores.
El segundo está relacionado con los problemas internos entre la directiva y el comando técnico o con los jugadores. “Cuando hay futbolistas que se creen dueños del club y no tienes la confianza ni respaldo de la directiva en las decisiones que tomas, la situación se complica”, asegura.
Asimismo, el entrenador arequipeño sostiene que resulta complicado identificar y aceptar el difícil entorno amical, educativo y social que tienen los futbolistas. “El jugador peruano proviene generalmente de clase media o baja, chicos que no han terminado el colegio ni pisado una universidad y al tener fama y dinero se distraen, y eso complica la labor del técnico”, agrega Flores.
La permanencia del entrenador en un club no es nada sencilla, se quiera o no, el éxito está en función de los resultados. Si el equipo gana, el entrenador es el mejor, pero las derrotas ponen en duda el trabajo y la estabilidad laboral del mismo, aunque en general, el problema del fútbol peruano es el jugador.
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