César Ventura Pizarro
La transición de energías no renovables a renovables ya es un hecho. En Noruega, por ejemplo, el 64.5 % del parque automotor es eléctrico. En este proceso, Arequipa y el sur del país son zonas clave para cubrir la demanda de cobre, en la fabricación de vehículos y otros artefactos eléctricos. Esta posición es aún más expectante en nuestro caso, ya que la concentración de cobre más importante en el mundo se encuentra entre el norte de Chile y el sur de Perú.
En ese sentido, José Gonzales, analista financiero de Wall Street y CNN, proyectó que tarde o temprano los proyectos mineros del sur peruano, como Tía María, saldrán adelante, ya que la alta demanda del mundo por el metal rojo generará presión por mayores cantidades de producción.
“Es más fácil resolver conflictos sociales que encontrar cobre en otra parte del mundo”, afirmó durante su participación en una conferencia académica, en la Universidad Católica San Pablo.
El mineral del futuro
Hoy, el precio del cobre ya es un indicador principal para conocer el desempeño de la economía mundial. Es más, según Gonzales, existe un consenso entre empresarios mineros sobre la posición de este metal como mineral del futuro. Además, aseguró que ya existe presión mundial para que Perú duplique su producción en los siguientes 10 años.
“Hay un déficit estructural de cobre. Demandamos más cobre del que consumimos”, precisó el analista. Estas características hacen de Arequipa y el sur del país una zona de alto interés para China y Estados Unidos, que concentran el mayor consumo de este metal.
En paralelo, el litio, fundamental para el desarrollo de baterías, también ubica al sur peruano en una posición de muchas oportunidades. Este mineral se encuentra en Puno, sin embargo, las principales reservas de litio en Latinoamérica están en Bolivia, por lo que el potencial peruano estaría sobre todo en los puertos peruanos de Ilo y Matarani.
Conflictos sociales
Este escenario, motivado por la transición energética, solo podrá ser aprovechado y acelerado en la medida en que se solucionen los conflictos sociales vinculados a la minería. En ese sentido, el especialista hizo referencia a una recomendación de la última Convención Minera más importante del mundo en Canadá, que concluyó en que las minas se asocien con las comunidades. Esto debido a que los sistemas asistencialistas no funcionan en el largo plazo.
“Las autoridades que dieron un primer permiso están muertas, los funcionarios jubilados y la comunidad actual es otra”, sentenció al relatar el caso de un proyecto minero en Guatemala.
La sugerencia es que el vínculo entre las mineras y comunidades debe ser permanente. “Los conflictos sociales no se solucionan ni se resuelven, se gestionan y administran durante el tiempo de vida del proyecto”, concluyó.
EL DATO
Gonzales también adelantó que el costo del crédito en el mundo se encarecerá en 2023, por lo que, en los próximos meses, las tasas de interés de este producto financiero subirían.
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