César Ventura Pizarro
Alrededor de 3.2 millones de micro y pequeñas empresas (mypes) acceden a créditos dentro del sistema financiero formal. Así lo confirmó Fernando Muñiz, gerente de la división de Negocios Pyme del Banco de Crédito del Perú (BCP), durante su presentación en Universitas 2024, en la Universidad Católica San Pablo.
Esta cobertura abarca al 52.4 % de estas empresas en el país, que hasta 2022 sumaban 6.1 millones.
Las mypes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei), representan el 96.4 % del tejido empresarial peruano y emplean al 45.9 % de la población económicamente activa (PEA) del país. Con ello, representan al sector empresarial más fuerte del Perú que, a la vez, es el sector donde se concentran los mayores índices de informalidad.
Auge de acceso a créditos
Hace cinco años la situación del acceso al crédito era peor. Sólo 1.8 millones de mypes accedían a financiamiento formal, pero todo cambió a raíz de las medidas de reactivación económica pospandemia.
“Después de la pandemia se observó un crecimiento de la penetración al crédito formal. Esto, entre otras razones, fue motivado por Reactiva Perú”, precisó Muñiz.
A partir de este programa de financiamiento garantizado por el Estado peruano y canalizado a través de instituciones financieras, la tendencia positiva se consolidó, pasando de 1.8 millones de comercios con acceso a crédito en 2018, a 3.2 millones en el primer trimestre de este año. De esta forma, si bien el sistema financiero no llega a todas las mypes, sí existe un incremento de ellas dentro de este mercado.
Problema persistente
La informalidad es el principal problema por el que muchas pequeñas empresas y personas con negocios no pueden acceder a crédito. De hecho, Muñiz explicó que son tan “micro” que el mismo sistema no las identifica. “Nosotros no sabemos cómo atenderlos y tampoco somos atractivos para ese tipo de negocios”, refirió.
En tanto que, los bancos llegan a atender a empresarios con al menos una parte de sus cuentas declaradas. “Los bancos atendemos a empresas hasta con cierto grado de formalidad, donde existe una facturación entre formal e informal superior a los S/ 500 mil anuales”, refirió.
Por ejemplo, de todos los créditos que entregaron los bancos a las mypes, el BCP llegó a atender al 5 % de los solicitantes, pero el monto que prestó representa el 20 % del total de los créditos.
De manera que, dentro del sistema financiero, quienes llegan al grupo de micro y pequeños empresarios son las cajas municipales y las microfinancieras, cuyas tasas de interés son más altas que de los bancos.
EL DATO
Si los intereses de un préstamo equivalen a S/ 100; del total de este monto, S/ 30 corresponden al costo del riesgo o pérdida. De esta forma, aquellos que sí pagan también cubren los costos de los que no lo hacen.
Intereses altos
Muñiz explicó que, además del riesgo que significa para una institución financiera otorgarle el préstamo a una persona con negocio o empresa que no tiene sus cuentas declaradas, si se trata de una persona informal los costos de un crédito son mucho más altos. Estas situaciones provocan que las tasas de interés en una caja municipal, rural o financiera, sean más onerosos.
De acuerdo con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, bancos como el BCP, Interbank y BBVA ofrecen préstamos de capital de trabajo con tasas de interés por debajo del 60 %, mientras que existen financieras como Efectiva o cajas municipales como CM Lima que cobran más de 110 %.
Este panorama se traduce en que las microfinancieras tengan que contratar “analistas” para verificar en el mismo local del negocio, el movimiento comercial real. Por ejemplo, ver sus inventarios, revisar cuadernos internos de venta, verificar si son conocidos, entre otras variables. Acciones que no realiza un banco, pues este se limita a pedir estados financieros que sólo tienen las empresas formales y no todas de forma real.
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