César Ventura Pizarro
En lo que va del año, el número de comerciantes de los mercadillos y centros comerciales tradicionales de Arequipa, que recurren por necesidad a los préstamos ‘gota a gota’, se incrementó respecto a 2023. De acuerdo con Heber Peñaloza, representante de la Cámara de Asociaciones de Centros Comerciales de Arequipa (Cadac), entre ocho y nueve de cada 10 comerciantes usan esta modalidad informal de crédito.
El año pasado, el mismo dirigente confirmaba a Encuentro que eran siete de cada 10, los comerciantes implicados en estos préstamos.
Esto significa que, en un año, la participación en estos créditos entre los comerciantes se incrementó de 70 % hasta casi 90 %, lo que confirma la masificación de este sistema que, en situaciones de impago, suele comprometer la vida e integridad de los prestatarios.
Ley contra la usura
El incremento de usuarios de estos créditos informales coincidió con la promulgación de la Ley 31443, conocida como la ‘ley contra la usura’, cuya finalidad era evitar el cobro de altos intereses en los créditos formales, fijándose para ello topes en las tasas de interés; sin embargo, esto generó un efecto contrario.
Las instituciones financieras dejaron de prestar a personas calificadas como riesgosas, ya que no podían cobrar intereses superiores a un tope de 83.4 % en soles y 63.38 % en dólares.
Los bancos y financieras concluyeron que era mejor dejar de prestar, a asumir el riesgo por otorgar créditos por debajo de esas tasas de interés. Esto, según especialistas del Instituto Peruano de Economía (IPE) motivó a los excluidos a buscar alternativas informales como los créditos ‘gota a gota’, donde se llega a pagar tasas de interés de 20 % al día o 10 000 % al año.
Patricio Lewis, especialista en finanzas de la Red de Estudios para el Desarrollo y profesor del Departamento de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Católica San Pablo, confirmó que la ‘ley contra la usura’ limitó la oferta de créditos, pese a existir una alta demanda.
“Al restringir la oferta formal, con topes a los intereses, se genera un mercado negro, un mercado alternativo donde las personas no reguladas empiezan a recurrir a este tipo de negociación”, explicó.
Además, el gerente general del IPE, Carlos Gallardo, en declaraciones a la prensa confirmó que con esta ley, 220 mil peruanos quedaron excluidos de crédito formal. Asimismo, cada mes que pasa, tres mil peruanos se quedan fuera del sistema financiero por este motivo. Lewis calculó que el impacto en Arequipa habría sido de 20 mil personas excluidas de crédito formal tras esta norma.
¿Por qué recurren al préstamo ‘gota a gota’?
Peñaloza comentó que la razón por la que muchos comerciantes acuden a los prestamistas informales, es porque las entidades financieras no les otorgan créditos, o sus procedimientos son muy engorrosos y sujetos al cumplimiento de determinados requisitos.
Por el contrario, los prestamistas del ‘gota a gota’ otorgan estos créditos de forma inmediata e incluso con “campañas de promoción”. “La tasa de interés diaria que otorgan a sus nuevos clientes es más baja de lo regular, a modo de engancharlos”, precisó.
De hecho, la tasa de crédito regular bajo este sistema es de 20 % diario. Por ejemplo, si uno se presta S/ 100, cada día debe pagar 20 soles de intereses. Ese pago no incluye el monto inicial del préstamo, los 100 soles se cancelan en su integridad, cuando el prestatario quiera dejar de pagar el interés. Es decir que, en cinco días podrían llegar a pagar S/ 200 por un préstamo de 100 soles (100 soles por los intereses y 100 soles por el capital).
Las ‘promociones’, de acuerdo con el dirigente, pueden rebajar el interés a 10 % diario, pero sólo las aplican cuando se trata de nuevos prestatarios.
No obstante, aun así, estas tasas son muy superiores a las que otorga el sistema financiero formal. De acuerdo con un estudio del IPE, las tasas de interés (del ‘gota a gota’) convertidas a años pueden superar los 10 000 %. En Arequipa, el monto de los préstamos, bajo esta modalidad, puede llegar a los 10 mil soles por persona.
Suspensión y derogación
En este contexto y luego de tres años, el Congreso tomó cuenta de esta situación y desde la Comisión de Economía, Banca, Finanzas e Inteligencia Financiera viene promoviendo la suspensión de la ‘ley contra la usura’ por cinco años.
Esta iniciativa ya fue aprobada en esta comisión y sólo restaría su ratificación en el pleno del Parlamento. Para Patricio Lewis esta norma no sólo se debe suspender, sino derogar, pues propicia la existencia de un mercado negro de créditos.
EL DATO
Según Heber Peñaloza, representante de la Cámara de Asociaciones de Centros Comerciales de Arequipa (Cadac), la mayoría de los préstamos ‘gota a gota’ en nuestra ciudad supera los 5 mil soles y hace dos años rondaba los 2 mil soles.
Discusión sobre el post