Juan Pablo Olivares
Giancarlo Bravo Banda, atleta arequipeño de 15 años, se convirtió en el número uno del Perú y Sudamérica en los 800 metros y se ubica en el top 5 en los 1500 metros de la categoría Sub-18.
Su entrenadora, la panameña Andrea Ferris, siempre alienta a su pupilo. “Vamos Gian, tú puedes, eres el mejor”, le repite. El atleta escucha a su entrenadora y se motiva. “Creo que puedo seguir avanzando y ser el mejor”, dice Bravo que en el pasado Sudamericano U18, en Argentina, demostró que la entrenadora no exagera.
Campeón y medallista
En el Campeonato Sudamericano, la cuarta competencia internacional en su corta carrera deportiva, Bravo ganó en la prueba de los 800 y 1500 metros, mostrando el talento, nivel y reconocimiento que merece el mediofondista arequipeño, que vive su edad de oro.
Con sólo 15 años, Giancarlo se impuso ante rivales de mayor edad, procedentes de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Colombia, Uruguay, Bolivia, Panamá, Guatemala, Paraguay y Perú. Registró un tiempo de 1 minuto, 56 segundos y 87 centésimas en los 800 metros, y 3 minutos, 58 segundos y 85 centésimas en los 1500.
En busca de una oportunidad
Aunque no fueron sus mejores registros personales, las medallas conseguidas, ratificaron el notable momento que atraviesa, demostrando que posee los requisitos necesarios para ser parte del Centro de Alto Rendimiento de Arequipa (CAR) y recibir todo el apoyo posible.
Sin embargo, pese a que la Federación Deportiva Peruana de Atletismo (F.D.P.A.) presentó los documentos para que el atleta sea incorporado al CAR, según Giancarlo Bravo Palomino, padre del atleta, el deportista no habría tenido la mejor de las respuestas.
Pese a ello, el campeón sudamericano, que se inició en el atletismo a los 13 años con el entrenador Jorge Girón y que un año después, de la mano de la entrenadora Ferris, se especializa en las pruebas de medio fondo, buscará seguir demostrando su valía.
El “Cometa Bravo”
Las competencias en las que se consagró como el mejor de Sudamérica se pueden ver en Youtube. Los videos tienen más de 80 mil vistas. El deportista, apodado por los cibernautas como el “Cometa Bravo”, llegaba al sudamericano con cierta experiencia.
Antes había competido en un sudamericano escolar, un iberoamericano y en los Juegos Bolivarianos. Sólo le faltaba el título sudamericano de la categoría, para seguir haciendo historia.
“Ganar en los 800 metros era el objetivo, para ello me preparé; pero en los 1500 metros era la quinta opción de ganar una medalla y lo pude conseguir”, reconoce.
El remate, su estrategia
En un inicio practicaba las pruebas de velocidad, pero fue en el medio fondo donde empezaría a destacar. “La prueba de los 800 metros es una de las pruebas más fuertes porque se requiere un ritmo rápido y a la vez tener resistencia, es una mezcla constante”, señala.
Como parte de su estrategia para las competencias, dice que no le gusta ser la cabeza del grupo en una carrera. Se acomoda mejor en el segundo o tercer puesto y al final busca rematar, una estrategia y cualidad que le ha dado buenos resultados. “La estrategia varía de acuerdo a los competidores, pero considero que mi plus está en mi velocidad y remate”, explica.
Tras sus recientes triunfos, el atleta ha reconocido que el Sudamericano U18, ha sido el certamen donde logró su mejor performance. No obstante, asegura que tiene que dar vuelta a la página y prepararse para las siguientes competencias.
Nuevos objetivos
Este 2025, su calendario deportivo empezará con el entrenamiento base. Clasificar a los Juegos Sudamericanos de Argentina, al Iberoamericano U18 en Paraguay, y a los Juegos Panamericanos U20, son los objetivos.
“Mi sueño es clasificar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, pero voy poco a poco”, dice, reflexivo.
El tono tiene que ver con que, en esta carrera que recién empieza, no está solo, su familia está detrás. Su padre, Giancarlo Bravo Palomino, está feliz y orgulloso de los logros de su hijo. Dice que el éxito de su vástago es gracias a su responsabilidad y predisposición a los entrenamientos y a mejorar día a día.
“Sus logros no son de casualidad, es el resultado de mucho tiempo de trabajo”, dice orgulloso.
Ser el mejor atleta es el camino que se trazó Giancarlo Bravo, quien dejó el fútbol por el atletismo, muchos ya lo ven como la joya y la promesa de esta disciplina a nivel nacional. Mientras tanto, es el orgullo de su familia.
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