Bitácora Empresarial
Ricardo Valdez Cornejo
Director de Glo-Val Consultores
Docente UCSP
Las relaciones interpersonales son el fundamento para la sostenibilidad de la organización. No existe otra forma de lograrlo.
Al igual que en las familias, los grupos sociales formales o informales, los colectivos e, incluso, las naciones, en las empresas es necesario establecer y mantener una comunicación adecuada, la cual no solo sirva como medio de coordinación, sino también de crecimiento.
Todo sistema de comunicación, como base de las relaciones interpersonales, suele comenzar con una política clara basada en una cultura organizacional sólida que fluye hacia un desarrollo organizacional sostenible.
Toda relación interpersonal efectiva se inicia con la construcción de relaciones intrapersonales armónicas, en el marco del desarrollo de la inteligencia emocional que permita, en principio, ordenar las ideas, las posiciones y los valores propios.
Por esta razón, las empresas deben fomentar las interrelaciones humanas conducentes a desarrollar simbiosis sinérgicas basadas en la comunicación. Esta debe tener algunas características fundamentales, las cuales explico a continuación:
La asertividad, que es una habilidad social por la que cada persona debe defender su posición, sus ideas, sus pensamientos, sus valores y sus derechos, respetando a los demás y sus respectivas posiciones.
La energía, que resulta de la anterior. Debemos ser enérgicos en la expresión de nuestros puntos de vista. Al respecto, se debe recalcar el hecho de aprender a decir que no sin temor a la crítica, el soslayo o la marginación. Se dan oportunidades en las que por no saber negarse, se atropellan nuestros derechos, se nos hace pasar malos ratos o, incluso, se atenta contra nuestro pudor y buenas costumbres.
La empatía, que es ponerse en el lugar del otro. La frase, aunque muy conocida y de uso común, en diversas oportunidades no guarda correspondencia con nuestros actos.
La coherencia, entendida como la relación entre lo que decimos y lo que hacemos, con el fin de ir construyendo autoridad. Es el decir conducido a la práctica. Es ser modélico y ejemplo vivo.
La autovaloración, que se inicia con la autoestima. Es la valoración en su justa medida, con la humildad bien entendida como medio.
En las empresas, es necesario establecer y mantener una comunicación adecuada, la cual no solo sirva como medio de coordinación, sino también de crecimiento
Toda relación interpersonal efectiva se inicia con la construcción de relaciones intrapersonales armónicas, en el marco del desarrollo de la inteligencia emocional que permita, en principio, ordenar las ideas, las posiciones y los valores propios. Posteriormente, estos serán transmitidos.
El problema es que, hoy en día, por la rapidez con la que avanza la vida y se desarrollan las actividades diarias, dejamos de preocuparnos por las relaciones con nosotros mismos, es decir, ese encuentro con nuestro propio ser, para posteriormente ir al encuentro asertivo con los demás.
En otras oportunidades, solemos procrastinar la comunicación y, por tanto, las relaciones interpersonales, al estar embebidos en nuestros problemas, algunos creados por nosotros mismos en una vorágine de actividades que no necesariamente generan valor.
A veces, también, pretendemos que algo o todo fluya por serendipia, lo cual no va a suceder si no hacemos algún esfuerzo para que eso ocurra.
Las organizaciones de todo tipo, en diversos niveles, deben fomentar a través del ejemplo de sus líderes, bajo políticas y objetivos claros y precisos, la construcción de estas relaciones. El desarrollo integral es responsabilidad de cada miembro de la organización, a su nivel y considerando sus posibilidades.
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