Alejandro Zegarra Balboa
Docente del Departamento de Ciencias Naturales – UCSP
En breve, el verano se colará por las ventanas y toda la ropa, de la temporada pasada, volverá a los anaqueles de siempre. Son en estos cambios de estación donde encontramos un espacio propicio para pasar por la lavandería. Por ello, hay algunas cosas que debemos tomar en cuenta para realizar una limpieza adecuada sin comprometer nuestra salud.
El solvente más usado para lavado al seco es el percloroetileno; alto en volatilidad y es tóxico para las personas. Se comprobó que es un agente R-40 categoría 3, es decir, puede causar cáncer y daños en el aparato reproductor de hombres y mujeres, incluso produciría infertilidad. También tiene efectos mutagénicos, principalmente en estados de gestación inicial por la sobreexposición.
Frente a este grave hecho, desde la Universidad Católica San Pablo en asociación con una empresa privada y el Estado Peruano, se desarrolló un proyecto de investigación para un proceso de lavado en seco que usa un solvente ecológico derivado de productos que tienen un excelente poder limpieza y que no provocan los efectos negativos del percloroetileno.
Este solvente ecológico no tiene patentes y puede ser comprado por cualquier proveedor, es menos volátil, por lo tanto, no hay contaminación y es más potente limpiando. Por otra parte, al tener un índice de penetrabilidad más bajo, protege mejor las prendas, las vuelve más suaves y pueden lavarse repetidas veces sin lograr un desgaste importante.
Un aspecto importante, es que no es peligroso para la salud por inhalación y es mucho más económico. Con este producto se soluciona uno de los grandes problemas del lavado en seco convencional: los olores en las plantas de lavado y en las prendas.
Es importante mencionar que, para desarrollar este nuevo proceso de lavado, es necesario utilizar otro tipo de máquina y el procedimiento a pesar de ser similar, tiene algunas diferencias importantes, por lo tanto, estamos hablando de un nuevo sistema integral de lavado.
Los resultados de las pruebas de calidad a las prendas que se trataron con este nuevo proceso (suavidad, grado de limpieza, aroma textil de la prenda, estabilidad después del lavado), mostraron resultados favorables que fueron fácilmente percibidos por los usuarios finales.
¿Qué prendas se pueden lavar con este nuevo sistema?, la respuesta es muy simple: todas y sin restricción alguna, y lo más importante es que no cuesta más.
Es lamentable el alto grado de desconocimiento en la industria de los peligros del actual sistema de lavado, que expone, no solo a los usuarios, sino también a todo el personal que trabaja en las lavanderías y que usa este producto sin saber de sus efectos nocivos, que, inclusive, trascienden a las personas y afectan, también, el medio ambiente.
¿Cuánto estás dispuesto a pagar por una prenda limpia? ¿Crees qué tu salud y la de tu familia son un precio razonable? Seguramente no; por lo que es necesario que comencemos a ser más responsables por nuestra salud e iniciemos la construcción de una sociedad “ecoresponsable”.
¿Qué implica esto? Vivir siendo conscientes de que todas las personas somos corresponsables de cuidar nuestro planeta. Una buena práctica, para sumarse a esta corriente mundial es tomar en cuenta esta información a la hora de desarrollar las actividades que forman parte de nuestro día a día; que evaluadas de forma aislada parecen intrascendentes, pero vistas en su conjunto tienen alto impacto en la preservación y conservación del medio ambiente presente y futuro.
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