Carlos Timaná Kure
Director del Centro de Gobierno José Luis Bustamante y Rivero de la Universidad Católica San Pablo.
Dina Boluarte alcanzó los 100 días como presidenta, un punto donde no era claro que llegara. Ahora, para continuar requiere demostrar que puede hacer un trabajo de gestión en mejores términos que su antecesor, lo que no es difícil, pero sí requiere hacer la tarea.
La situación de la presidenta, en términos de gobernabilidad, no va a ser fácil, necesita una estrategia de choque a corto plazo que le permita atender la situación de Puno que, en términos generales, es el único foco importante en materia de orden público que falta pacificar.
Al mismo tiempo requiere una estrategia mediática, los líderes de opinión quieren adelanto de elecciones y el único sostén de su cargo no puede ser la negativa de los congresistas a ese escenario. De allí que, por un lado, necesite atender con audacia el orden público en el sur y el plano mediático nacional —allí Lima juega un lugar importante— pero también el regional. Las pequeñas radios han sido fundamentales en ese 25 % que siempre acompañó a Pedro Castillo hasta el final, y en ese 51 % de peruanos que, según la encuesta de Datum, considera que el Congreso le dio un golpe de Estado a Castillo.
Es necesario que atienda el plano económico, vamos a ajustar dos años con inversión negativa y las protestas violentas hicieron aun más daño en sectores que se venían recuperando tras la pandemia, como lo era el turismo, esto es prioritario junto a la normalización de la actividad minera. Para ambas actividades es necesaria una estrategia social que mitigue los conflictos sociales y la dinamización de la construcción, convirtiendo el paso de Yaku en una oportunidad para dicho sector, que podría generar miles de empleos y favorecer la calidad de vida de la población.
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