Juan Pablo Olivares
El verano ya empezó y para esta temporada, se estima que más de 400 mil personas acudirán a las diferentes playas del litoral arequipeño para disfrutar del sol y el mar. Sin embargo, hay que tomar en cuenta las condiciones ambientales y de contaminación, a fin de evitar cualquier riesgo para la salud.
Por ello, antes de ir a un balneario, deben conocer y revisar la lista de playas calificadas como saludables y no saludables por parte de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de Arequipa (Desa).
El último reporte evidencia que solo 8 de las 17 playas de Arequipa están calificadas como aptas para recibir a los veraneantes. Según Zacarías Madariaga, jefe de la Desa, hasta el momento solo la primera, segunda y tercera playa de Mollendo, además de Catarindo, Mejía, Punta de Bombón y Albatros en Islay, así como La Punta en Camaná, son recomendables para la población.
¿Cómo se determina una playa saludable?
Madariaga, sostiene que, una playa es calificada como óptima o saludable cuando la calidad sanitaria del agua no está contaminada con coliformes fecales, más aun cuando en esas zonas, los sistemas de desagüe o tratamiento de aguas residuales es deficitario.
En este caso, la entidad toma muestras del agua de mar para analizar su composición, que no debe superar el límite de concentración de coliformes. Si el número límite es de entre 0 y 200 NMP/100 ml, es considerada óptima, si es mayor a 1000 es considerada no saludable.
Asimismo, explicó que hay otros aspectos que son parte de la evaluación, como la limpieza de las playas, la implementación y buen estado de los servicios higiénicos, duchas y vestuarios, además del recojo adecuado de los residuos. “Todo este trabajo es responsabilidad de los municipios de la localidad, supervisados por la Desa”, aclaró.
Cualquier observación o deficiencia en alguna playa, hace que no se califique como óptima; no obstante, esta medida no prohíbe o restringe la asistencia de bañistas, salvo condiciones altamente críticas, como: que el agua esté contaminada con excesiva presencia de coliformes o que la playa esté totalmente sucia y que los servicios higiénicos estén colapsados.
“Es muy difícil garantizar que las cosas funcionen al 100%. Lamentablemente los municipios no tiene grandes presupuestos para el recojo de los residuos sólidos”, lamentó.
Piscinas, la otra opción
Otra opción para disfrutar del verano son las piscinas. En Arequipa están registradas 94 piscinas, la mayoría de propiedad de las municipalidades y entidades privadas, pero solo 42 están autorizadas para funcionar de acuerdo a las normas vigentes, en cuanto a la calidad sanitaria.
Para ello, existen factores que determinan si una piscina es saludable o no: la calidad del agua, la limpieza del estanque y el buen estado del equipamiento. En ese sentido, Madariaga pidió a la población que exija a los dueños o administradores de estos espacios, que las condiciones sanitarias sean óptimas para tener una asistencia masiva.
Gripe aviar, ¿una amenaza?
Sin tiempo aun para salir de la pandemia del covid-19, otro riesgo médico que surge en este verano es la gripe aviar. Aunque esta enfermedad no pondría en riesgo la presencia de bañistas en las diferentes playas, sí hay que tener en cuenta algunas recomendaciones.
Waldo Cornejo, jefe zonal del Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú en Arequipa (Senasa), sostiene que lo primero que se tiene que hacer es mantenerse alejado de las aves muertas. “Si se toma esa medida, el riesgo es menor, pero si hay un contacto con el animal, el riesgo se incrementa”, advirtió.
Otro de los puntos a tomar en cuenta, según Cornejo, es evitar las desembocaduras de los ríos, ya que es en estos lugares es donde se registra la mayor congestión de aves muertas y el contagio es latente. “Por ejemplo, en Islay, en la desembocadura del río Tambo, la presencia de aves muertas es alta”, explicó.
Estadísticas en descenso
Cornejo, sostiene que todavía no se puede determinar si estamos en la etapa final de esta enfermedad, pero sí asegura que, el recojo de los cadáveres de las aves silvestres (pelícanos) descendió a 150 aves diarias en promedio, frente al punto más crítico que fue de 700. En Arequipa, desde que se decretó la alerta sanitaria por este tema, se llegó a recoger y enterrar cerca de 5000 aves.
“En verano, se estima que la cantidad de aves muertas se mantendrá y reducirá. Pero hay que estar alertas de que este virus no llegue a las aves domésticas. Esto dependerá de que la gente sea responsable y acate las disposiciones emitidas”, recomendó.
De las cerca de 5000 aves que han muerto, solo se registraron 4 o 5 gaviotas y de los piqueros un promedio de 30. Asimismo, Cornejo sostuvo que, Camaná es la provincia donde se registró una mayor cantidad de aves muertas con un 60 %, después están Islay y Caravelí, cada una con 20 %.
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