Isabel Alvarez Cabana
Por cerca de 10 años, las autoridades dejaron que el cauce de diferentes torrenteras se redujera por la expansión urbana en Arequipa. Como era de esperarse, y como lo advirtieron los especialistas, estas se activaron más de una vez causando inundaciones y daños a las viviendas.
Un ejemplo de ello es Paucarpata, donde casi por tercer año consecutivo se desbordó la quebrada de Pozo Negro y la municipalidad distrital tuvo que declarar en emergencia su jurisdicción para reparar los daños. Los últimos desastres se registraron en 2020 y 2021.
De acuerdo al informe técnico N° A7040 del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), el ancho del cauce de la quebrada desde 2004 hasta 2013 era de 11 metros (m), desde 2014 a 2018, este se redujo a 10 m.
En 2019, no solo se evidenció que el ancho del cauce solo mide 8.5 m, sino que también se observó la construcción de una vivienda en pleno cauce, lo que obstruye el flujo normal de los huaicos.
Peligro latente
Carlos Zeballos, arquitecto y profesor de la Universidad Católica San Pablo, explica que la invasión de torrenteras no solo es un factor de riesgo para las personas que viven ahí, sino que puede formar un dique y ocasionar la inundación de áreas aledañas.
En 2020, alrededor de 15 viviendas se inundaron en los sectores de Pozo Negro y Cristo Rey. El reporte de Ingemmet detalla que los huaicos se desvían de su cauce por las construcciones en su interior. Además, la comuna construyó una cancha en el lugar, que también terminó llena de lodo y basura.
En enero de 2021, las lluvias también activaron la quebrada y las viviendas de la calle Canadá de Pozo Negro fueron gravemente afectadas.
EL DATO
En Pozo Negro hay alrededor de 35 viviendas que constantemente sufren inundaciones por el colapso de la torrentera. Marco Antonio Anco explicó que hay asentamientos que construyeron sin respetar los márgenes de la quebrada.
Descontrol urbano
Un panorama similar se ve en Cerro Colorado. El informe de Ingemmet también revela que en la quebrada Virgen del Socorro, a la altura del puente Monserrat, el cauce tenía un ancho de hasta 25 m, sin embargo, este se redujo a solo 7 m.
Por si fuera poco, en el lugar la población deposita desmontes y basura, lo que incrementa el volumen del huaico y genera contaminación.
El documento precisa que en varios sectores de Cono Norte se evidencia que las quebradas fueron rellenadas con material de escombro para urbanizarlas, entre 2003 y 2019.
El huaico de febrero de 2020 dañó la carpeta asfáltica de la vía Arequipa – Yura. El reporte señala que el puente fue diseñado sin tener en cuenta eventos de gran volumen de flujos. También se afectaron viviendas del sector Monserrat.
Descuido de torrenteras
Para Zeballos, uno de los problemas que desencadenaron la invasión de torrenteras es que estos espacios han sido olvidados por las autoridades, por lo que incluso son usados como botaderos. Por ello, realizó un estudio que trata sobre la recuperación de estos lugares.
Si bien Ingemmet también recomendó forestar las quebradas, Zeballos va más allá y propone la creación de espacios públicos, como parques, para que estos puedan ser visitados por la población durante los meses que no llueve y, en temporada de precipitaciones, tendrían sus medidas de seguridad.
La idea fue presentada al Instituto Municipal de Planeamiento para que se incorpore al Plan de Desarrollo Metropolitano que aún no es aprobado. Zeballos indicó que la propuesta será acogida e incluso se incluirá la construcción de puentes peatonales que sí son viables y no costarían mucho.
EL DATO
Según el informe técnico n.° A7343 del Ingemmet, sobre el peligro por huaicos en Cerro Colorado, se identificó 43 puntos críticos por activación de 10 quebradas que atraviesan la parte urbana, estas son Azufral, El Azufral, Estanquillo, Añashuayco, Río Seco, La Paccha, Municipal, Apipa, José Bustamante y Rivero y Escalerilla.
No acatan reubicación
Zeballos precisa que si bien hay zonas de riesgo donde se puede mitigar el peligro, hay otros sectores que no son mitigables y la gente debería retirarse porque arriesga su vida. Advierte que más gente muere por desbordes de torrenteras que por terremotos en los últimos 50 años.
A pesar de que los huaicos también generan pérdidas económicas, las autoridades tampoco hacen mucho. “No es muy agradable para un alcalde decir que va a desalojar a la población, pero tiene que hacerse, es una responsabilidad”, precisa.
En 2020, Ingemmet recomendó a las autoridades promover los mecanismos de reubicación de la población asentada en fajas marginales, así como reubicar las viviendas ubicadas dentro del cauce de la quebrada de Pozo Negro.
Incluso la exministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Solangel Fernández, quien llegó a la ciudad en enero de 2021 para inspeccionar los daños ocasionados por la activación de quebradas, como en Pozo Negro, resaltó que las familias que están en riesgo deberían ser reubicadas.
Sin embargo, el actual alcalde de Paucarpata, Marco Antonio Anco, al ser consultado por la prensa, si habría reubicación de las personas, solo manifestó que el Gobierno Regional de Arequipa inició un perfil técnico para encauzar la quebrada, construir muros de contención y puentes en Pozo Negro.
EL DATO
En 2021, la exministra de Vivienda, Solangel Fernández, informó que se proyectaba construir 4 mil viviendas a través de Techo propio y MiVivienda, pero todavía no hay luces de dicha propuesta.
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