César Ventura Pizarro
David Tuesta, en sus primeras declaraciones como ministro de Economía y Finanzas (MEF), anunció que los pilares de su gestión serán mayor inversión y sostenibilidad fiscal. Este último referido a la recaudación de impuestos en el país. Por ello, confirmó que iniciará una política de “presión tributaria”, pues aclaró que “en los últimos once años se ha vivido un festín de evasión y elusión”, el cual busca combatir.
ENCUENTRO realizó un análisis de los ingresos fiscales y comprobó el mal estado de la presión tributaria. Los ingresos tributarios sí se incrementaron en los últimos once años, de S/ 46 574 millones en el 2006 a S/ 93 475 millones en el 2017. Sin embargo, mientras que en el 2006 estos ingresos representaban el 16.2 % del producto bruto interno (PBI), el pasado año significaban el 13.3 % del PBI. Es decir, ahora las empresas y personas naturales pagan menos impuestos, respecto a lo que producen.
Además, realizando un análisis real, excluyendo la inflación, según estadísticas de la Sunat, desde el año 2006 a la fecha la recaudación tributaria real tuvo una tendencia negativa. Excepto los años 2010 (+19 %) —posterior a la crisis financiera del 2009— y 2016 (+1.1 %), que fueron los únicos que rompieron la tendencia.
Es más, durante el 2009, el 2015 y el 2017 el porcentaje de variaciónno solo se redujo respecto a años anteriores, sino que también decreció hasta -11.1, -7.2 y -0.7 %, respectivamente.
Elusión y evasión
Este comportamiento se da, incluso, pese a que el número de contribuyentes se incrementó en este periodo. Es decir, hay más personas naturales y jurídicas pagando impuestos cada año, y la producción nacional ha crecido, pero se recauda menos en términos reales.
En línea con lo dicho por el ministro, el exdecano del Colegio de Contadores, Luis Gamero, indicó a ENCUENTRO que la evasión y la elusión son muy comunes en el sistema tributario peruano. Ambas prácticas buscan pagar menos impuestos y son la razón de los bajos resultados de la recaudación fiscal.
En el caso de la evasión —delito que implica la eliminación de un tributo que debe ser pagado—, Gamero señala que “las ventas sin factura, la compra y venta ilegal de facturas y la contratación de personal no existente en planillas son las prácticas más comunes en el país”.
En cuanto a la elusión —acción que pretende evitar el pago de impuestos a través de maniobras o vacíos de la ley—, Gamero advierte que la práctica más común está asociada a la depreciación de los bienes en las empresas.
“Una empresa vende activos ya depreciados a otra. Como la ley no es clara, la nueva empresa vuelve a depreciar y ya está deduciendo base imponible para el pago del impuesto a la renta”, ejemplificó.
Entre el 2013 y el 2016, prácticas como la evasión se han incrementado de 50.1 a 57.3 %. Además, representan el 39 % del total de la recaudación anual, según confirmó el ministro David Tuesta. Serán precisamente estas acciones las que tratará de revertir para así lograr el propósito de sostenibilidad fiscal.
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