Actualmente cursa el cuarto año de la carrera de Derecho en la Universidad Católica San Pablo y forma parte del Programa de Deportistas de Alta Competencia (Prodac).
Juan Pablo Olivares
No recuerda bien el primer torneo en el que participó, pero estima que fue a los diez años, cuando obtuvo su primera medalla en natación, una presea que no se la sacaba para nada ni para dormir. Desde entonces a Carlos Siu Farfán, nadie le quitó las ganas de competir y ganar.
Hoy el joven nadador de 20 años de edad, no solo quiere conquistar medallas o llegar a la selección nacional, sino también lograr su mejor marca personal y por qué no, registrar un récord en el país.
Para conseguirlo, Carlos entrena todos los días de dos a tres horas. Sus entrenamientos se enfocan en tener una buena base en el estilo libre y, sobre todo, mejorar sus tiempos en las diferentes pruebas y estilos. Prefiere las pruebas de velocidad en los 100 metros de distancia.
Sus mejores marcas son de 1 minuto 08 segundos en el estilo espalda y 1 minuto 01 segundo en el estilo mariposa. “Ahora, busco mejorar mi tiempo en los 100 metros mariposa”, dice.
El valor del deporte
Siu —de descendencia china— es el tercero de cuatro hermanos. Su padre, Guillermo Siu, fue quien le inculcó el deporte como una herramienta para ser disciplinado y formar su carácter.
A diferencia de otros jóvenes, a Carlos no le gusta el fútbol, no es hincha de ningún equipo ni mucho menos acude al estadio a ver un partido. Jamás soñó con ser un futbolista como Leonel Messi o Cristiano Ronaldo. “Solo sé que, en Arequipa, el FBC Melgar es el equipo que está en la liga profesional”, confiesa.
Pero eso sí, las artes marciales le llaman la atención. El joven deportista también practica Tae Kwon Do y el Jiu-Jitsu, pero aclara que la natación es su deporte favorito. “Al nadar me siento tranquilo, me relajo. La natación es una buena forma de estar bien conmigo mismo”, asegura.
Apoyo fundamental
Carlos Siu, no solo quiere que lo reconozcan como un gran deportista, tiene otros proyectos. Quiere ser un gran abogado, capacitarse en el extranjero y viajar por todo el mundo.
Estudia Derecho en la Universidad Católica San Pablo (UCSP), cursa el cuarto año. Desde su experiencia, para desarrollarse en ambas cosas (estudio y deporte) con singular éxito, es clave organizarse. Establecer un horario para cada actividad y de esa manera disponer mejor el tiempo. “Ahora pienso en hacer prácticas profesionales y especializarme en Derecho Penal”, agrega.
Carlos pertenece al Programa de Deportistas de Alta Competencia (Prodac) de la UCSP y confiesa que, gracias a esta beca, pudo continuar en la natación y solventar los gastos que le demanda este deporte.
“Sin el apoyo del programa [Prodac], prácticamente habría dejado la natación de alta competencia o quizás me hubiese dedicado a otro deporte menos costoso”, asegura.
Sacrificios necesarios
Aunque es consciente que el deporte es algo bueno para él, reconoce que ser profesional y trabajar, le permitirá tener una estabilidad económica. Reconoce que la alta competencia y superar sus propios límites, no siempre es del todo bueno.
“Hay ciertas cosas que no encajan con una persona que hace deporte, pero trato de integrarlas. Me abstengo de muchas cosas y eso puede resultar negativo”, sostiene.
Durante la pandemia por el COVID-19, Carlos dejó de competir oficialmente. No pudo conseguir más medallas ni estampar mejores marcas, por eso ahora tiene que empezar de cero, lo cual aclara que no lo desalienta ni desanima, sino todo lo contrario.
Quizás deje de ganar medallas, pero el éxito deportivo también se mide en las formas que se usan para alcanzarlo.
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