Juan Pablo Olivares
Ámbar Ventura Pari, es una niña de ochos años de edad, tres de ellos los vivió encerrada en su casa, debido a la pandemia del covid-19. Lejos de vivir en libertad y en un paraíso ilimitado de juegos, tuvo que adaptarse rápidamente a una vida sin actividad física y menos, amigos.
René Ventura, padre de Ámbar, cuenta que durante la pandemia tenía miedo de que realice alguna actividad física o practique algún deporte fuera de casa. No sólo la falta de actividad deportiva preocupaba a los padres, también la poca socialización con sus amigos, pero asumieron que eran los estragos de este amargo episodio que tuvimos que enfrentar a nivel mundial.
Resultados positivos
Sin embargo, las alarmas se encendieron cuando se dieron cuenta de que su hija tenía problemas de coordinación al momento de jugar y correr, incluso al caminar. Fue entonces que, gracias a la recomendación de una amiga, decidieron llevarla al estadio Melgar para que practique atletismo. Le aseguraron que el deporte base, era la solución al problema.
Ámbar empezó a trabajar con el entrenador Alfredo Quispe, lo hace tres veces a la semana por espacio de una hora. Lleva entrenando casi un año y los resultados son satisfactorios. No sólo desarrolló y mejoró su coordinación motora, sino también su condición física.
Fue así que el atletismo se convirtió en el primer deporte de Ámbar y, por si fuera poco, aprendió a ser disciplinada. “Lo mejor de todo es que ella se divierte y es feliz. Hace unas semanas, participó por primera vez en el campeonato de Miniatletismo Arequipa 2023”, cuenta René, orgulloso y emocionado.
Beneficios de esta práctica
La práctica deportiva en medio de la pandemia, sin dudas fue todo un reto, no sólo para los niños, jóvenes y adultos, sino también para los entrenadores. En esa línea, el atletismo en los niños, fue fundamental para que —como en el caso de Ámbar—, se reinserten a la sociedad y a la normalidad.
Nelson Maldonado, entrenador de atletismo y profesor de Educación Física, sostiene que el atletismo en los niños o el también llamado miniatletismo, es fundamental para su desarrollo físico y mental, porque realizan pruebas lúdicas y entretenidas que mejoran el sistema nervioso, así como la socialización, la autoestima y el control emocional.
“El atletismo es un deporte completo porque tiene una variedad de pruebas, lo que quiere decir que realiza diferentes movimientos, dentro de ellos están la coordinación, velocidad, resistencia, fuerza y la relación interpersonal”, sostiene.
Maldonado sostiene que es una buena opción elegir el atletismo, siempre y cuando se realice una formación integral. Según el especialista, es un error llevar a los niños a practicar este deporte pensando en que van a ser atletas destacados o que participarán en campeonatos.
En ese sentido, dijo que participar de un torneo o competencia va a depender de cuánto tiempo el niño lleve entrenando; pero sobre todo, es importante conocer cuál es el objetivo en esa competencia.
“Los campeonatos o competencias en los niños, deben ser asumidos como encuentros deportivos, ya que tienen como objetivo promover la participación y experiencia grupal e individual y lograr que el menor se divierta con la actividad deportiva”, explica.
Error y aprendizaje
La práctica del atletismo no sólo genera ventajas físicas en los niños, también es importante su aporte en la formación de su conducta ya que, según el entrenador, el menor gana confianza, autocontrol y una mayor estabilidad emocional.
Además, en este proceso de aprendizaje, el niño no sólo aprende a correr, saltar y competir, sino que también experimenta el fracaso o error que es parte de la formación y aprendizaje.
“A veces, los entrenadores o formadores vemos el error o fracaso como algo malo, pero es precisamente de eso que el niño aprende, corrige y mejora. No se debe tener miedo al error. El error es parte del aprendizaje”, concluyó.
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