Juan Pablo Olivares
Ian Gael Vargas Tecsi necesitaba nadar a pesar de que tenía un tumor en el tobillo que le impedía caminar con normalidad. Llegó a la piscina con muletas y una férula de yeso que iba desde el tobillo a la rodilla, y aunque corría el riesgo de fracturarse, igual se lanzó a la piscina.
Fue en 2023, en la fase regional del Campeonato Escolar de Natación. La competencia se llevó a cabo en la ciudad de Tacna. El deportista buscaba la clasificación a la etapa nacional y en un acto casi heroico, llegó a la instancia final. Dos meses después, todavía lesionado, logró colgarse la medalla de oro en la prueba de los 200 metros conbinados, su prueba favorita.
Una aventura
Los médicos le diagnosticaron osteocondroma, un tumor benigno común que contiene hueso y cartílago, que habitualmente se encuentra en los extremos de los huesos largos. En el caso de Ian, lo detectaron en el tobillo y tuvo que ser operado.
Ahora, con más experiencia y recordando aquella aventura peligrosa, ya no le parece buena idea competir lesionado, así que quedará en el recuerdo aquella participación que para Ian significó muchas cosas, como el inicio de una prometedora carrera deportiva.
Luego, participó en los Juegos Trasandinos y en los Juegos Deportivos Escolares, en ambas competencias consiguió medallas y se convirtió en uno de los mejores nadadores de Arequipa.

Reconocimiento y sacrificio
Lo que más le gusta a Ian, es nadar y cada vez lo hace mejor. Como todo niño, el deporte que primero practicó fue el fútbol, hasta que sus padres los matricularon en una academia de natación. Tenía más condiciones en el agua que en el césped.
Se decidió también por la emoción que le genera este deporte y por el aliento y reconocimiento de la gente que le ayuda a mejorar y a superarse. Muchas veces empezaba a entrenar desde las 4 de la mañana, después iba al colegio y en la tarde volvía a los entrenamientos.
“Valió el sacrificio, sobre todo porque cuando eres pequeño piensas en tirar la toalla, pero conforme pasa el tiempo uno se va acostumbrando”, reflexiona.

Reto universitario
Han pasado más de diez años desde que el deportista se inició en la natación de manera competitiva. Hoy, a sus 17 años, Ian ha iniciado la etapa universitaria, pues ingresó a la Universidad Católica San Pablo. Es cachimbo de la carrera de Ingeniería Industrial y forma parte del Programa Deportivo de Alta Competencia (Prodac).
Ahora, quiere seguir nadando y compitiendo con el reto de encontrar –esta vez– el equilibrio entre la natación y los estudios.
Le emociona estar en la universidad. Sueña con graduarse como ingeniero y llevar el nombre de la San Pablo a lo más alto posible en los próximos Juegos Nacionales Universitarios. Se siente preparado y motivado para lo que será su primera experiencia en este nuevo ámbito deportivo.
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