Juan Pablo Olivares
La Copa Perú, el torneo donde los árbitros terminan huyendo de las turbas enardecidas, esquivando botellas y corontas de choclo lanzadas por los hinchas; el campeonato que se juega en campos que más parecen potreros, donde se normalizó la corrupción y la treta en los partidos, está de vuelta en todo el país, en su edición número 56.
El campeonato que también tiene a miles de hinchas y aficionados con los oídos pegados a la radio, con historias de gloria y tragedia de sus actores y el que, sin duda, mejor nos pinta, volvió a jugarse, pero, esta vez, con algunas reestructuraciones en el reglamento.
Entre los cambios más importantes y radicales, está el hecho de que ya no dará ascenso directo a la Liga 1. A partir de ahora, el campeón ascenderá a la Liga 2. También, cada club podrá contar con cuatro jugadores mayores de 25 años y obligatoriamente con dos sub-20 durante el partido. Además, la finalísima ya no se llevará a cabo en Lima, sino que será descentralizada.
¿Por qué la Copa Perú debe dejar de dar ascenso a la Liga 1?
Para Roberto Castro, periodista de la web dechalaca.com, el cambio era necesario e inevitable, debido a la improvisación de casi la mayoría de los equipos participantes. Castro sostiene que, solo 15 o 20 clubes de los cerca de 30 mil que forman parte de la Copa Perú, se preparaban para llegar al fútbol profesional.
“Para los demás equipos el objetivo seguirá siendo el mismo, que no es más que ser campeón de su distrito o departamento. Este cambio va a ordenar el sistema del fútbol profesional”, aseguró.
El periodista, además considera que la competencia con la Liga 2 era desleal, porque si bien el “fútbol macho”, es un torneo largo y complicado, demandaba de menos inversión que el de la segunda división.
De otro lado, César Condori, periodista arequipeño con más de 20 años siguiendo la Copa Perú, afirma que los cambios eran necesarios, ya que el torneo se había convertido en el “cementerio” de jugadores veteranos que no tenían participación en Liga 1, ni Liga 2.
“La Copa Perú se volvió un torneo corrupto, sobre todo desde la etapa departamental. Los dirigentes hacían lo que querían y la corrupción de los árbitros era inevitable”, sostuvo.
También reconoció el acierto de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), de priorizar la participación de jóvenes deportistas; sin embargo, advirtió que, ahora que los equipos están obligados a tener jugadores menores de 25 años, las escuelas o academias de fútbol empezarían a lucrar con los pases o contratos a los diferentes equipos.
Defensor de la Copa Perú
Antenor Guerra – García, autor del libro El Fútbol Macho, 50 años de la Copa Perú y confeso defensor de este campeonato, se mostró en desacuerdo con el nuevo formato. Considera que quitarle el ascenso directo, puede ser el inicio del fin del fútbol provinciano.
En este punto, Roberto Castro sostiene que, a pesar de los cambios, la Copa Perú se seguirá jugando y los talentos siempre van a destacar. Lo que se tiene que hacer, agrega, es trabajar en los clubes serios y profesionales. “Debemos dejar de pensar que los jugadores salen de las chacras o árboles, necesitamos clubes que formen y no aventuras golondrinas”, enfatizó.
En ese sentido, Antenor Guerra – García, reconoció que el “fútbol macho”, empezó a perder vigencia y seriedad por aspectos negativos como la informalidad y la corrupción. Además, porque considera que, décadas atrás la Copa Perú era una fiesta de color y música, donde los equipos tenían historia y tradición, y estaban integrados en su mayoría por jugadores de su región.
“La Copa Perú tenía mística, color y folclor, con estadios llenos de colores, de comidas típicas y bandas de música de la región; pero esto se fue desnaturalizando por la violencia, resultados raros y partidos ganados en mesa”, puntualizó.
Finalmente, César Condori, enfatizó que en Arequipa al 98 % de equipos no les afecta los cambios en el reglamento. Muy por el contrario, sostiene que, en varias ligas se ha ampliado el número de equipos participantes.
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