Estudia en la Universidad Católica San Pablo y forma parte del Programa de Deportistas de Alta Competencia (Prodac)
Juan Pablo Olivares
A inicios del año 2019, Carlos Herrera Pacsi (20), decidió dejar su natal Moquegua y llegar a Arequipa, con el objetivo de convertirse en un gran ingeniero industrial, destacar en el baloncesto y cumplir el sueño de jugar —algún día— en la NBA (National Basketball Association) de EEUU.
A veces, no se cumplen todos los sueños, pero ahora mismo, Carlos estudia para su próximo examen y se alista para un nuevo día de entrenamiento. Mide 1.70, pesa 75 kilógramos y por su estatura, juega de armador y a veces de alero.
“Considero que soy rápido y explosivo a pesar de mi estatura, pero tengo una gran capacidad de salto y manejo del balón”, dice.
Ser profesional y un gran deportista, es sin duda su prioridad. Carlos quiere ser el primero de su familia que tiene una carrera universitaria.
Es el menor de tres hermanos. Estudió la secundaria en el Colegio de Alto Rendimiento de Moquegua (COAR), una institución educativa que alberga a estudiantes con un rendimiento académico sobresaliente e integró la selección de básquet de Moquegua y fue campeón nacional.
Orgullo de la familia
Ingresó a la Universidad Católica San Pablo (como alumno destacado), a la carrera de Ingeniería Industrial. Actualmente cursa el cuarto año y forma parte del Programa de Deportistas de Alta Competencia (Prodac).
Además, integra la selección de básquet de la San Pablo y pertenece al club Faraday. Aunque desde 2020, no pudo participar en competencias oficiales por la pandemia del coronavirus, Carlos se alista para el inicio de las competencias oficiales que se darán este año.
“Decidí venir a Arequipa, para tener una mejor educación, mayores oportunidades y ser más competitivo en el baloncesto. Aquí hay mejores y más campos deportivos para practicar este deporte”, puntualiza.
Difícil decisión
Sin embargo, Carlos advierte que, es muy probable que deje el baloncesto en un corto plazo para priorizar sus estudios y aunque no es lo que desea, la poca actividad deportiva a raíz de la pandemia y la reñida competencia laboral, lo obliga.
Herrera no solo quiere ser un simple ingeniero. Quiero superarse a sí mismo y llegar a trabajar en el extranjero. De esa manera, podrá ayudar económicamente a su familia.
“Sé que va a llegar el momento en que tendré que dejar el baloncesto y eso me pone triste, pero tendré que hacerlo, ya que en nuestro país no se puede vivir del deporte”, lamenta.
Por ahora, el joven deportista se alista para participar en el Campeonato Nacional de Universidades, que se llevará a cabo en octubre en la ciudad de Lima.
Espera tener un buen desempeño y dejar en alto el nombre de su universidad y el de Arequipa. Dice estar emocionado por volver a la acción, mientras posa y sonríe para la sesión fotográfica.
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