Juan Pablo Olivares
Cada mañana, cuando el sol ilumina la plataforma Andrés Avelino Cáceres (el centro de abastos más grande de Arequipa), se puede observar a decenas de carretilleros que recorren los diferentes mercados, llevando mercadería de un lado a otro.
Nada sería extraordinario, en un lugar donde es habitual ver a cientos de personas que trabajan desde muy temprano, si entre ellos no estaría Alex Quispe, un joven atleta discapacitado (que padece de retaso mental leve), campeón nacional en 2010, 2014 y 2018, en las pruebas de 100, 200 y 400 metros.
Ahora se alista para ser parte de la Selección de Atletismo de Arequipa y buscará un cupo para los Juegos Nacionales Especiales 2022. De esa manera, lograr el objetivo principal de clasificar a los Juegos Latinoamericanos y el Mundial de 2023 para deportistas especiales.
La historia de Alex es una de superación y triunfos, pero también de sufrimientos y fracasos, que le han permitido convertirse en el mejor atleta especial de Arequipa.
Episodio doloroso
La vida de Alex Quispe (25), quedó marcada para siempre cuando era un niño que daba sus primeros pasos. Tenía solo un año y medio de edad, cuando una fiebre alta y una convulsión, le provocaron un retraso mental leve, desde entonces, la vida de Alex y su mamá, Sonia Luque, cambiaron para siempre.
Fue en febrero, una mañana de verano. Sonia recuerda cuando bañó a su hijo y cargado en brazos, partió hacia el Cono Norte de la ciudad, para participar de una olla común. A medio camino, Alex empezó a sentirse mal. “Mi hijo tuvo fiebre y no podía acudir pronto a un centro de salud u hospital por falta de dinero. Su salud empeoró y convulsionó”, cuenta su madre.
No recuerda el diagnóstico de los médicos, pero sí que le dijeron que pudo ser peor y quedar paralítico. Después de ese día, nada volvió a ser igual.
Desde entonces, Sonia, quien se dedica a la venta de pescado, se puso al cuidado de su hijo a tiempo completo. Lo matriculó en el Centro Especial Perú-Francia, en el distrito de Alto Selva Alegre y recuerda que tuvo problemas para hablar y estudiar.
Espíritu de superación
Así conoció a Víctor Fernández, profesor de Educación Física y especialista en deportes para personas con habilidades diferentes, quien lo formó desde pequeño. El especialista asegura que Alex Quispe, empezó a practicar el atletismo a los diez años de edad y a los trece, ya participaba en campeonatos nacionales y olimpiadas.
“Él tranquilamente puede ser campeón mundial. Alex es un atleta nivel 1 y el mejor de Arequipa. Le gusta entrenar y se ha formado para ser un líder, y ejemplo para sus compañeros. Además, trabaja para ayudar a su familia” cuenta orgulloso.
Alex Quispe, labora hace más de cinco años en la plataforma Andrés Avelino Cáceres. Su oficio es el de carretillero. Lo hace desde las 2:00 de la madrugada hasta pasado el mediodía. En su carreta o a veces en su espalda, carga entre 30 y 100 kilos. Lo hace para ayudar a su familia. Sonriente, Alex confiesa que gana entre 50 y 60 soles diarios.
“Mi hijo trabaja desde los 15 años. Empezó a carretear y ayudarme con mi mercadería. A veces la gente es abusiva y le pagan muy poco, pero con el tiempo fue aprendiendo. Es algo renegón y terco, pero muy sensible y solidario”, dice su madre.
Sus triunfos en el atletismo y su sacrificado trabajo como carretillero, le han valido el reconocimiento de su familia y amigos. Alex se ha convertido en el orgullo de su madre y un firme ejemplo de superación y determinación.
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