Fernando Mendoza Banda
Abogado, especialista en gobiernos locales y municipales
El ministro de Economía, Alex Contreras, ha reconocido que estamos en una recesión económica. Pero, ¿qué significa “recesión”? Recuerdo un curso que llevé en el colegio que se llamaba Economía política, incluso tenía un libro. Sí, en la secundaria, además, tuve la oportunidad de ver algo de geopolítica. No sé si hoy aún se lleven esos cursos; pero en mi caso gracias a ellos tengo alguna idea sobre términos como “recesión”, “inflación”, “monopolio”, etc.
En palabras simples, “recesión” significa que durante un tiempo prolongado la inversión pública y privada baja, el consumo también disminuye, y el empleo, por lo tanto, también está a la baja. Esto puede ser producto de la “inflación”, que no es otra cosa que el persistente incremento de los precios, que trae como consecuencia inmediata la pérdida del valor del dinero; es decir que, con la misma cantidad de dinero de ayer, hoy ya no se puede comprar lo mismo.
Y esto ¿es malo? Claro que es malo. Afecta a todos, y sobre todo, a los más pobres y a los que dependen de una remuneración mensual que obviamente no se incrementa. ¿Cómo revertir la “recesión”? La receta es simple, de alguna manera, se debe incrementar la inversión pública y privada, lo que generará más empleo y, a su vez, aumentará el consumo. La inversión crea fuentes de trabajo, que permiten a los ciudadanos incrementar el consumo. Es un círculo virtuoso.
No obstante, si hay muchos obstáculos en lo que se refiere a la inversión privada corresponde a los ministerios, gobiernos regionales y municipalidades agilizar su gasto; pero un gasto de inversión sostenible y que cierre brechas evidentes, sobre todo, en servicios básicos como agua, desagüe, electrificación. No se trata de distraer el presupuesto en gastos de ornato. Otro rubro donde se puede contribuir es en la seguridad ciudadana, no para la contratación de más serenos, sino en la compra corporativa de cámaras de videovigilancia integradas, que puedan identificar a los autores de los delitos.
En el caso de la promoción de inversión privada, se necesita seguridad jurídica y que se destraben proyectos importantes. En Arequipa, el caso emblemático es “Tía María”; el gobierno nacional y regional debe entender que el bien común está sobre el interés de algunos grupos, para eso los ciudadanos les hemos conferido el poder, no se puede tener contentos a todos, eso crea inercia, “recesión”. El Tribunal Constitucional señala que, “El interés público tiene que ver con aquéllo que beneficia a todos; por ende, es sinónimo y equivalente al interés general de la comunidad”.
Lamentablemente, la progresía nacional de derecha e izquierda ha contaminado las mentes y corazones de los ciudadanos, sobre todo de aquellos a los que, maliciosamente, llaman “pueblo”, instrumento amorfo que utilizan para lograr sus más bajos intereses. Aquí tenemos algunos ejemplos: los que tomaron los aeropuertos, los ‘espartambos’, etc.
La única manera de salir de la “recesión” es con trabajo y para ello, se necesita que el privado invierta; pero es necesario que se entienda que el interés público debe primar sobre aquellos intereses de grupos progresistas, y sus letanías de “pueblo”, y “seudocausas medioambientales”, entre otras.
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