Deysi Pari
La economía peruana podría crecer a una tasa de 7 % si se hacen las reformas necesarias y se destraban los proyectos que están paralizados, manifestó el exministro de Economía y Finanzas, Luis Carranza.
En esa perspectiva, el exfuncionario de Estado presentó un documento donde propone un conjunto de medidas para que el Perú salga de la situación negativa en la que se encuentra. La exposición se dio durante el primer día de la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2024), que se desarrolla en Arequipa.
Carranza mencionó que en el año 2023, la economía peruana no creció, sino que se contrajo en -0.6 % y el nivel de pobreza bordeó el 30 %, lo que se traduce en más de 8 millones de peruanos que viven en condiciones de deterioro económico.
“[Antes] nos veían como el milagro económico, ¿qué nos pasó?”, cuestionó, luego señaló que de implementarse las propuestas puntuales se impulsaría al país hacia la prosperidad. “Así se eliminaría la pobreza extrema y se reduciría la pobreza por debajo del 5 %”, apuntó.
Según su proyección, si el Perú crece a un ritmo de 7 % anual, para 2033 se lograría alcanzar el nivel del producto bruto interno (PBI) per cápita que tiene Chile al día de hoy.
Si ese escenario no se da, el crecimiento estaría en torno al 2 %, lo cual resulta insuficiente para generar empleo y desarrollo.
Sus propuestas
El economista planteó una serie de propuestas. Estas pasan por una reforma política, mejora del capital humano y la integración al mundo, seguridad jurídica, servicio civil y vencer la informalidad.
En el aspecto político, Carranza planteó reestablecer la posibilidad de que personas jurídicas financien a los partidos políticos, bajo rendición de cuentas.
Sobre este punto es necesario apuntar que, el 19 de noviembre, la Comisión de Constitución del Congreso aprobó un dictamen para permitir el financiamiento privado a los partidos políticos, hasta por un monto equivalente a las 200 Unidades Impositivas Tributarias (UIT).
Pide que la sociedad se movilice
“La sociedad tiene que activarse”, dijo Carranza en relación a que el país no tiene una visión de futuro.
Puso como ejemplo, el diagnóstico que hicieron en Cusco y Loreto, donde se identificó que el potencial de la región selvática está en la explotación del petróleo, que podría sacar 188 mil barriles de este hidrocarburo al día; sin embargo, en 2023 se extrajeron sólo 15 mil barriles. Las dificultades se presentan cuando no se resuelven los conflictos con las comunidades ni la remediación ambiental, asimismo, está el mal uso del canon, entre otros factores.
“Si el Estado no tiene la capacidad de resolver estos problemas, la sociedad tiene que llevar las propuestas y movilizarse”, sostuvo.
En Cusco, el turismo no está al nivel de crecimiento que tenía antes de la pandemia, mientras que en países como México y Turquía, que mostraban tasas similares, el turismo sí se recuperó. “La sociedad cusqueña no se movilizó como sí lo hicieron los mexicanos”, dijo.
Carranza señaló que esto es una muestra de la falta de cohesión social para resolver los problemas, en consecuencia, no hay una visión conjunta de desarrollo.
Jóvenes se van del país
Otro aspecto relevante influenciado por la falta de oportunidades o porque los jóvenes “no ven futuro”, es que 685 mil de ellos se fueron del país durante 2023. Según Carranza, las estimaciones actuales señalan que de cada 10 jóvenes, 6 quieren irse.
Estos datos, en su opinión, sustentan la urgencia de una reconstrucción nacional. Con el objetivo de enfrentar este panorama, en el documento expuesto por Carranza se propone revisar la currícula de la educación básica regular y utilizar el sistema de las Asociaciones Público privadas para la construcción y equipamiento de instituciones educativas. Y a nivel universitario, plantea que los estudiantes culminen su formación profesional antes de los 5 años.
Apoyarse en la agroexportación y minería
Carranza recordó que, ahora, China es el principal socio comercial del Perú y de América Latina y, con el megapuerto de Chancay, nuestro país puede apuntar a convertirse en el centro comercial entre Asia y Sudamérica.
En cuanto a la minería, destacó que debido a los proyectos que se encuentran trabados, el Perú no es el primer productor mundial de cobre.
“En Arequipa, hay mil empresas que proveen a la minería y en todo el sur son dos mil. A eso hay que apuntar”, dijo Carranza.
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