Juan Pablo Olivares
Noemí Vásquez Molina, escribió su nombre en la historia de los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, en la disciplina de parapowerlifting o levantamiento de potencia. Se convirtió en la primera representante peruana en conseguir una medalla (bronce) en la historia de este deporte.
Y no es para menos, Noemí es considerada una de las mejores a nivel nacional en la categoría -50 kilogramos, con cinco campeonatos nacionales. Además, en 2021, consiguió la Copa Mundo en Colombia, logro que para Noemí fue el más importante de su carrera.
“Es mi mayor satisfacción porque no sólo tuve que vencer a mis rivales, sino también al virus del covid-19, enfermedad que me afectó mucho”, recuerda.
Al mismo tiempo, no tuvo la mejor preparación ni apoyo, pero gracias a su fe y determinación pudo lograrlo. Sin embargo, en este como en cualquier otro deporte, detrás de cada medalla lograda existe una historia de esfuerzo y superación.
Temperamento y espíritu de lucha
Noemí Vásquez, nació hace 46 años en el seno de una familia dedicada al comercio, cuando en su natal Puerto Maldonado se registraban altas temperaturas y fuertes lluvias.
Desde temprana edad, comenzó a superar los retos de la vida, luego que le diagnosticaran poliomielitis, una enfermedad infecciosa que ataca a la médula espinal y que provoca atrofia y parálisis.
A los 18 años de edad se mudó a Arequipa, por su condición física y en busca de una mejor calidad de vida. Y así fue, Noemí aprendió a ser independiente y a movilizarse sin mayor problema en una silla de ruedas.
Fue su ánimo de lucha el que la llevó a convertirse en una de las mejores del parapowerlifting. Posee gran experiencia en esta disciplina que combina la técnica y la fuerza, y que, además, es uno de los deportes paralímpicos que ha tomado mayor protagonismo en los últimos años, y es practicado en más de 100 países en el mundo
Sueño truncado
Por ello, Noemí apuntaba a extender su historia deportiva, tenía como objetivos repetir sus logros anteriores en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023, y buscar su clasificación a los Juegos Paralímpicos de París 2024; sin embargo, eso no será posible. La medallista fue excluida del Programa de Apoyo al Deportista (PAD), del Instituto Peruano del Deporte (IPD), que brinda un patrocinio al deportista, a través de subvenciones económicas y beneficios adicionales; según Noemí Vásquez, sin ninguna explicación.
Aunque no pierde la esperanza de regresar al PAD, competir en los Juegos Parapanamericanos de Santiago y volver a la gloria internacional, es algo casi imposible ya que los cupos para esta competición se cerraron.
“Nunca entendí por qué me retiraron. He pedido explicaciones, pero no me las dan. Ahora, dejé de competir, ganas no me faltan, pero ya no depende de mí”, asegura.
Retiro inesperado
Con ello, Noemí prácticamente le dijo adiós al parapowerlifting de alta competencia. Resumir toda su trayectoria deportiva es muy difícil, pero la paradeportista le agradece primero a Dios porque le dio la oportunidad de lograr muchas cosas.
Ahora, alejada de la alta competencia, busca cumplir otro sueño: el de tener un gimnasio adaptado para deportistas con discapacidad y así poder difundir y masificar esta disciplina deportiva. Un lugar donde todos los paradeportistas puedan entrenar sin costo alguno pero, sobre todo, que se conviertan en inspiración y motivación para la sociedad.
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