Juan Pablo Olivares
Para llegar a ser campeón nacional de salto alto, Erick Escalante Montesinos, desarrolló todo un proceso de preparación intensa; tanto así que, en uno de sus entrenamientos, cinco días antes de la competencia, se lesionó. Un desgarro en el femoral de la pierna derecha, puso en duda su participación. No era para menos, no tenía otra opción que sobreexigir sus fibras musculares rotas.
Al final, no sabía si la lesión le iba a perjudicar en el momento del salto, pero se resignó a confiar en todo el trabajo que realizó. “Esta competencia fue una de las más importantes y en la que más me concentré. Y a pesar de estar lesionado, con el apoyo de mi entrenadora enfrenté al dolor y pude cumplir con mi objetivo”, relató.
Lelis Neyra, es su entrenadora desde 2020. La también exatleta sostiene que su pupilo es un muchacho disciplinado y responsable con los entrenamientos y que toma muy en cuenta todas sus observaciones para mejorar día a día.
“Erick, es un atleta mentalmente muy fuerte, a veces se presiona demasiado, pero cuando empieza a disfrutar de la prueba todo fluye mejor”, cuenta.
Familia deportista
Con Erick Escalante se puede hablar mucho de atletismo, y está casi tan orgulloso del Campeonato Nacional de Atletismo categoría mayores que consiguió por primera vez en el estadio Atlético de la Videna en Lima —el pasado fin de semana—, como de pertenecer a una familia deportista.
Erick es el menor de tres hermanos. Álvaro, el mayor, fue campeón trasandino de salto alto y seleccionado nacional, mientras que Álex (el segundo), destacó en pruebas de velocidad. “Admiro a mi hermano mayor y es mi inspiración para seguir en este deporte”, dice el saltador arequipeño.
Salto nacional
Escalante, tiene 20 años y desde hace 11, la mitad de su vida más un mes, los ha dedicado al atletismo. Ahora, puede decir que ha llegado —hasta el momento— a dar el salto más alto de su vida: 1,85 metros, que lo convierten en el mejor saltador del Perú. Nada menos.
Así, con ese orgullo y alegría que aún le dura por el campeonato logrado, Erick resolvió la duda que le daba vueltas en la cabeza. El saber si todo el esfuerzo y dedicación puestos en este deporte, valdrían la pena.
“Este campeonato me demostró que todo se puede lograr y que no hay que ponerse un techo. En algún momento dudé de mi capacidad y pensé en retirarme, pero cada competencia confirmó mi pasión por el atletismo”, afirma.
Sueño universitario
Ser campeón nacional, es uno de los objetivos cumplidos. El atleta, ahora busca seguir creciendo para llegar a un campeonato panamericano o sudamericano. Y claro, como todo atleta de alta competencia, sueña también con participar en un mundial o en unas olimpiadas.
Sin embargo, Escalante, prefiere vivir el presente y disfrutar del logro obtenido. Ahora, se recupera de su lesión que lo tendrá de ‘para’ unos 20 días. Eso sí, su próximo objetivo en este 2023 es el Campeonato Clausura de la Federación Deportiva Universitaria del Perú (Fedup), en noviembre próximo.
Erick, estudia Ingeniería Industrial en la Universidad Católica San Pablo. Parte de su carrera deportiva la realizó entre clases, exámenes y trabajos, realizando un esfuerzo por cuadrar sus horarios de entrenamiento y cumplir con sus obligaciones académicas.
Más aún, el atleta forma parte del Programa Deportivo de Alta Competencia (Prodac) de esta casa universitaria que, promueve la práctica del deporte y los estudios; y que otorga becas a deportistas con logros regionales, nacionales e internacionales.
“Llegar hasta aquí (campeón nacional) ha sido muy complicado. En algún momento pensé en dejar el atletismo por los estudios, pero iba a ser un error dejar de hacer lo que me gusta. Además, en la San Pablo, siempre me han apoyado para destacar tanto en el deporte como en los estudios”, señaló.
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