Juan Pablo Olivares
Carlos Paredes Pachari (62), usa ropa holgada y casi siempre deportiva; zapatillas, buzo, polo y casaca, lo más cómodo y funcional. Parece un engalanado de los noventa, un hombre feliz. Lo cierto es que utiliza el típico atuendo de un entrenador de fútbol.
Entrenado para la docencia
Carlos, es profesor de Educación Física, director técnico de fútbol y formador de talentos. Nació el 21 de noviembre de 1961 en Arequipa. Desde muy joven se dedicó a ser futbolista. Tuvo la posibilidad de jugar en el FBC Melgar, pero fichó por el Diablos Rojos de Juliaca, equipo donde debutó en la profesional en 1987, de la mano del entrenador arequipeño Máximo Carrasco.
Empezó a jugar de delantero, pero terminó de volante creativo, de diez. Dice que fue un jugador muy talentoso, con gran técnica y goleador.
Mientras jugaba al fútbol, también estudió la carrera de Educación Física en el Instituto Regional Mixto de Educación Física de Lampa, una provincia de Puno ubicada a casi 4000 metros sobre el nivel del mar. Además, estudió para ser entrenador de fútbol en el instituto superior tecnológico Eseful.
“A pesar que el fútbol ha evolucionado, la metodología para la enseñanza de este deporte sigue siendo la misma: la técnica. Es decir, dominio de balón, el pase corto o largo, la conducción del esférico y el remate. La técnica es única y universal, aquí y en cualquier parte del mundo”, dice Paredes, que vio miles de partidos y estudió para dirigir y formar talentos en el deporte rey.
En base a su experiencia y estudios llegó a la conclusión de que, más allá de las estrategias, sistemas y táctica, lo más importante en el fútbol, es la motivación y diversión con el juego.
Paredes, sostiene que la táctica no es otra cosa que, saber defender y atacar de forma ordenada y que los sistemas son la idea o plan a ejecutar. Sin embargo, aclara que la táctica en los niños no funciona o mejor dicho no se debe aún aplicar. Ya que solo provoca que el niño se encajone y se dedique sólo a cumplir una orden o función y no pueda divertirse ni ser capaz de mostrar su talento.
De los muchos niños que empiezan a jugar al fútbol, varios lo abandonan en la adolescencia, uno de los motivos, según Paredes, es que muchos de los entrenadores priorizan la victoria y rendimiento antes que el aprendizaje y la diversión.
“Hasta los 10 años, los niños deben tener claro que el fútbol es un juego y al jugarlo deben divertirse. Recién a partir de los 11 o 12 años, ya puede competir o tener algo de presión porque ya tiene una base física y técnica”, sostiene.
Más que un entrenador
Más que un entrenador se considera un formador de talentos. Asegura tener la vocación de formar futuros cracks y para eso hay que tener paciencia. También sostiene que antes de ser entrenador, es profesor. Posee una metodología didáctica, pedagógica y conoce de psicología aplicada al deporte.
“Sé cómo piensa un niño de 5, 8 o 10 años. El ser profesor es una ventaja, porque muchos entrenadores no tienen pedagogía para enseñar. Enseñar es un arte, tiene métodos, formas y niveles de enseñanza”, aseguró, luego de sostener que el poder del convencimiento y trabajo emocional ocupa más del 50 % en la formación del niño, incluso del joven o profesional.
Talento de calle
A pesar de que hoy en día, existen los llamados cazatalentos y clubes especializados en detectar y “fabricar” futbolistas talentosos, Paredes asegura que es en la calle, en los barrios o llamados potreros, donde siguen saliendo grandes futbolistas.
“En la calle aprendes a ser más rápido, tienes mejores reflejos, aprendes a improvisar y a desarrollar la imaginación. En las academias o escuelas, a veces el aprendizaje es limitado o muy lineal, no dejan desenvolverse al niño o joven”, explicó.
Carlos Paredes, ha dado varias charlas sobre fútbol. Explica los fundamentos para la práctica de este deporte. Con los jóvenes y adultos, lo hace mediante videos. En los niños, lo hace con la demostración y práctica.
Nuevos retos
Ahora, está más enfocado en el trabajo con niños y jóvenes. Tiene una escuela de fútbol llamada ABC, en ella, considera que aporta más al mundo del fútbol y siente que los pequeños lo necesitan y en eso se concentra.
También trabaja con deportistas universitarios. Lo hace en la Universidad Católica San Pablo (UCSP), es el encargado del taller de fútbol y fútbol 8. En la San Pablo tiene el gran reto de motivar, incentivar y masificar el deporte en los alumnos.
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