Viviana Alejandra Díaz Valdivia
Branco Guzmán Urdanivia
Ingrid Pamela Torres Nina
Club de Periodismo – UCSP
En el albergue San Aníbal Di Francia, ubicado en San José de Tiabaya, la Navidad se vive de otra manera. Niños de entre 11 y 17 años nos reciben con una gran sonrisa. Todos padecen algún tipo de discapacidad, son pobres y han sido acogidos por los sacerdotes del Instituto del Verbo Encarnado.
Aquí no solo se les brinda una familia, sino también educación de acuerdo a sus capacidades, buscando que sean más independientes. Según explica el padre Pablo Alfaro: “Trabajar aquí como voluntario no es sencillo, aunque sí reconfortante”.
“Tenemos un Dios tan bueno que quiso padecer lo que padecemos nosotros al hacerse hombre, y ellos [los que ayudan en el albergue] imitan a Jesús en su labor con los niños cuando están sufriendo o si pasan hambre o si necesitan que se les cambie los pañales; en cada uno de los niños ven al niño Jesús”.
El padre Pablo instó a las personas a que traten de pasar esta Navidad realizando obras de amor hacia otros. Precisamente este hogar está abierto a cualquier ayuda y visita. “Aunque se necesitan recursos materiales como víveres, medicinas y pañales; cada uno de estos niños necesita fundamentalmente cariño y amor, el secreto para poder acercarnos a los niños es que los veamos como personas a imagen y semejanza de Dios, que tienen las mismas necesidades que nosotros”, finalizó.
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