Víctor Condori
El puerto mayor de Santa Rosa de Islay fue el primer puerto internacional de Arequipa, y durante casi medio siglo logró vincular la economía regional con el comercio mundial en expansión.
Durante sus años más gloriosos (1827-1870), fue el punto de paso obligado para todos los navíos mercantes, de guerra o de pasajeros que hacían su travesía por aguas del océano Pacífico, y fue descrito por numerosos viajeros, comerciantes, científicos e incluso oficiales de marina de distintos países del mundo. No obstante todo ello, acerca de su fundación u origen, existen todavía algunas opiniones y posiciones encontradas.
El historiador Jorge Basadre, en su monumental Historia de la República del Perú, señala que el puerto de Islay entró en funcionamiento el año 1826; el sabio italiano Antonio Raimondi, en su obra Perú, nos manifiesta que “el puerto de Islay no es muy antiguo, habiendo sido fundado el 30 de agosto de 1827”. Mientras que el geógrafo arequipeño Mateo Paz Soldán, autor de Geografía del Perú, indica que “en 1830, estando de prefecto el general La Fuente, se fundó el puerto de Islay”.
Durante sus años más gloriosos (1827-1870), fue el punto de paso obligado para todos los navíos mercantes, de guerra o de pasajeros que hacían su travesía por aguas del océano Pacífico.
Pero ¿cuándo se fundó el puerto?
Al parecer, la fundación oficial del puerto se realizó el 30 de agosto de 1827, y para demostrarlo debemos echar mano a algunas fuentes contemporáneas.
Una de ellas es el periódico El Republicano, que en su edición del sábado 24 de febrero de 1827 anunciaba: “Este nuevo puerto (Islay), del que tantas veces se ha manifestado su importancia y las incalculables ventajas que de él resultan a este departamento, se halla en un estado de adelantamiento tal que el Gobierno ofrece abrirlo en el mes de mayo próximo, de cuya dirección está encargado don Gregorio Maldonado”.
Sin embargo, no se abrió en el mencionado mes de mayo, a decir de la edición del 28 de julio de 1827, en la que se informa: “El 30 del próximo mes de agosto se abre el puerto de Islay y se cierra el de Quilca, para lo que se han dado las órdenes correspondientes”.
Otra fuente importante es el Calendario y Guía de Forasteros de la República Peruana. En su relación de Capitanías de Puerto de 1826, no aparece Islay, mas sí el puerto de Quilca, cuyo capitán era Alejandro Gonzales; pero en la guía del año siguiente (1827), desaparece del registro Quilca, para ser reemplazado por el nuevo puerto de Islay, cuyo teniente administrador fue Marcos Riglos.
No obstante, la fecha de fundación, específicamente, se encuentra confirmada en la edición del año 1852, en la que se lee: “Se fundó este puerto el 30 de agosto de 1827, en virtud de orden suprema que lo declaró puerto mayor de la República y principal de Arequipa”.
Finalmente, tenemos los testimonios de algunos viajeros y visitantes de la época, como, por ejemplo, el alemán Heinrich Witt, quien en marzo de 1828 escribía en su diario: “A las 9.30 a. m. partí de Arequipa hacia el nuevo puerto de Islay. No muchos meses antes se había ordenado abandonar Quilca, el antiguo puerto, y los habitantes habían solicitado mudarse al puerto de Islay a pocas leguas más al sur”. De la misma forma, la viajera franco-peruana Flora Tristán señalaba en 1833: “Después de 6 años de existencia, Islay tenía de 1000 a 1200 habitantes, por lo menos”.
¿El origen de las confusiones?
Ahora, si existen numerosos documentos y evidencias de la fundación del puerto de Islay el día 30 de agosto de 1827, Día de Santa Rosa de Lima, cómo se explican las confusiones tanto de Basadre como de Paz Soldán. Vayamos por partes y cucharadas.
Se fundó este puerto el 30 de agosto de 1827, en virtud de orden suprema que lo declaró puerto mayor de la República y principal de Arequipa
Jorge Basadre, al parecer, tomó como referencia el decreto del Ministerio de Gobierno dado el 13 de marzo de 1826, por el cual se anunciaba: “El puerto de Islay, situado en la costa del departamento de Arequipa, ha sido habilitado de mayor en lugar del de Quilca, por las ventajas que presenta en su localidad, fondeadero, facilidad de darle agua y menos distancia de aquella ciudad”.
Aunque tal decreto señalaba que dicho puerto había sido habilitado en marzo de 1826, en ese momento no contaba con todos los elementos necesarios para su funcionamiento, vale decir, con almacenes de depósito, garita de control, muelle de desembarco y la adecuada provisión de agua dulce. Por ello, su implementación tomaría varios meses y representaría para el tesoro local un desembolso de miles de pesos adicionales. Así las cosas, en febrero de 1827, las autoridades locales comunicaban a la colectividad que las obras del puerto todavía se encontraban “en un estado de adelantamiento”, es decir, que aún no habían concluido.
Ahora, con respecto a las afirmaciones de Mateo Paz Soldán, este abogado, geógrafo y poeta arequipeño consideró la fecha de 1830 porque fue precisamente ese año en que se trasladó definitivamente la aduana principal de Arequipa al puerto de Islay, en reemplazo de una tenencia que había funcionado hasta esa fecha.
En tal sentido, es a partir de 1830 que comienzan a multiplicarse en los archivos oficiales tanto de la tesorería del departamento de Arequipa como del Ministerio de Hacienda y Comercio de Lima toda clase de documentos administrativos (estadísticas, decretos, informes y solicitudes) relacionados exclusivamente con el movimiento de caudales, la importación y exportación de mercancías y el tránsito de personas a través del mencionado puerto. Dicha documentación es la materia prima con la cual trabajamos los historiadores de la economía del Perú en el siglo XIX.
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