Kelly Castillo Mamani
La firma de la adenda 13 —en los siguientes meses—, posibilitará la reactivación de Majes Siguas II, proyecto agroindustrial que cambiará el rostro económico de Arequipa, al incrementar el PBI regional a más del 12% y creará más de 106 000 empleos directos y 80 000 indirectos; además de generar —según Autodema—, más de 1 340 millones de dólares de ingresos anuales durante 20 años de concesión y otros 30 de vida útil.
Sin embargo, la suscripción de este documento, también generó gran oposición e incluso, fue aprobado en medio de una accidentada sesión, en la que el consejero regional José Luis Hancco (otrora opositor), cambió su voto e inclinó la balanza a favor de la adenda, mientras que manifestantes protestaban fuera de la sede del Consejo Regional.
La adenda 13, implica el cambio del sistema de distribución de agua y de canales a tuberías, lo que elevará el costo del proyecto en 104 millones de dólares, es decir, que la inversión total llegará a los 650 millones de dólares; este incremento era cuestionado por ciertos sectores.
EL DATO
Con el cambio de canales abiertos por tuberías (contemplado en la adenda 13), el costo por hectárea se elevará de 8 500 dólares a 15 500 dólares en promedio. Es decir, para adquirir un módulo de 200 hectáreas, deberán invertir más de 3 millones de dólares.
En ese sentido, el analista y representante de Descosur, Rodolfo Marquina Bernedo, dijo que ahora toca, “encarar los cuestionamientos” al proyecto arequipeño y vigilar su evolución a futuro.
“Creo que hubo una oposición justificada, en la medida en que, nunca se demostró técnicamente que la adenda era indispensable”, refirió el también economista.
Para Marquina, hay aspectos pendientes de resolver, como el cierre financiero al que estaba obligada la concesionaria Angostura Siguas, además de definir quién es en realidad la empresa concesionaria, pues circuló la información de una transferencia a un grupo de inversionistas franceses. “No hay una posición transparente de la empresa respecto a esto”, dijo.
También refirió que, el Gobierno Regional de Arequipa, debe sanear y entregar los terrenos donde se construirá la presa Angostura. “Es inconcebible que no hayan solucionado esto hasta el momento”, indicó.
Precisó que hay una discusión pendiente, acerca del modelo de adjudicación que contempla módulos de 200 hectáreas; a decir de Marquina, este sistema no recoge la realidad de Arequipa y considera que una porción de las tierras, debe ser destinada a empresas con grandes capitales y la mayor parte, a la pequeña y mediana agricultura.
“Debe crearse un foro permanente de discusión, evaluación técnica del proyecto y sus impactos, así como el rol de este gran proyecto respecto de la seguridad alimenticia del país”, señaló.
Según el gerente ejecutivo de la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema), Arturo Arroyo, el proyecto se diseñó (en 2005) como agricultura intensiva de agroexportación, con parcelas de 200 hectáreas que aseguraban su rentabilidad y es “casi imposible” que se reduzcan, pero cabe la posibilidad de que empresas pequeñas o medianas, se asocien para adquirir tierras.
“El proyecto Majes II, es tan grande y complejo, que nadie puede garantizar que no haya otro tipo de adenda más adelante”.
Arturo Arroyo, gerente ejecutivo de Autodema
Firma pendiente
Según el cronograma preliminar que presentó la concesionaria —antes de iniciar el proceso de caducidad del contrato—, la reactivación del proyecto está pactada para el segundo mes, luego de la firma de la adenda. En tanto que, el inicio de la construcción de la presa Angostura, está programado para el cuarto mes. Esta información tendrá que ser ratificada por la concesionaria en los siguientes días.
Además, se prevé que la gobernadora encargada, Kimmerlee Gutiérrez, firme el documento en unos quince días. Arroyo señaló que, la construcción de todas las obras de la fase I y la fase II, durarán cuatro años, para luego dar pase a la operación y mantenimiento del proyecto.
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