José Colque
Al menos cuatro intervenciones en casonas del centro histórico de Arequipa, deberían ser revisadas en sus licencias de construcción emitidas por la municipalidad provincial, debido al impacto que provocarían en su estructura y considerando el cuidado de su preservación, al ser parte de la zona reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Se trata de las edificaciones ubicadas en la esquina de las calles Zela con Jerusalén, otras dos en Álvarez Thomas y una más en el sector de Villalba, según advirtió la Junta de Superintendencia del Centro Histórico.
Según el integrante de este grupo de trabajo y exgerente del Centro Histórico de la comuna provincial, William Palomino, en las primeras tres zonas los trabajos de mantenimiento serían agresivos en la arquitectura y se advierten posibles daños en su estructura; mientras que, en Villalba, la altura de la construcción superaría los tres pisos permitidos.
Para el especialista, esta situación debería llamar la atención de las autoridades de turno, porque la misma Gerencia del Centro Histórico “no está enterada, por completo, de la situación que ocurre”, pese a que es su ámbito de incidencia.
“No tienen información, pero deben salir al campo para constatar estas ocurrencias. Nos preocupa la posible existencia de licencias aprobadas y que no sean las adecuadas”, apuntó.
Actualmente, la Gerencia de Desarrollo Urbano de la comuna provincial, es la encargada de autorizar trabajos en edificaciones, y en 2019 —explica Palomino— la Gerencia del Centro Histórico perdió las facultades de emitir una opinión vinculante en la revisión de expedientes de intervención, licencias de construcción y demolición, en la zona reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Deben cautelar su esencia
Para el docente de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Católica San Pablo e integrante del directorio del Instituto Municipal de Planeamiento (Impla), Carlos Zeballos, en estos casos de intervención lo más importante es mantener la esencia de la arquitectura.
“Si es una casona de mucho valor se vería el mantenimiento, si se trata de una que está deteriorada sí puede haber intervenciones, siempre y cuando, no vayan en contra de la esencia y ambiente patrimonial. En todo caso, hay que ver que las estructuras mantengan las características originales”, sostuvo.
Un caso en específico por el cual se conoció la existencia de intervenciones, aparentemente irregulares, es que a mediados de este año se paralizaron los trabajos de refacción del piso en el segundo patio de los Claustros de la Compañía, porque se comprobó que tenían una autorización del Ministerio de Cultura, pero carecían del permiso para monumentos por parte de la comuna provincial de Arequipa.
Por ello, se teme que en los casos mencionados anteriormente, haya sucedido lo mismo. A la fecha, según refirió William Palomino, la Junta de Superintendencia del Centro Histórico remitió a la gerencia del mismo nombre, el reporte de quejas que evidencian estas observaciones.

Unesco se pronunciará
Además, advirtió que estas situaciones deben ser corregidas o regularizadas porque desde junio pasado, un comité científico de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), evalúa el estado del centro histórico como patrimonio. Este control ya se realizó en 2007 y 2014, cuando encontraron observaciones vinculadas a la campiña y por la construcción del puente Chilina, respectivamente, pero fueron subsanadas.
“En los siguientes días debería conocerse el informe de la Unesco que, podría implicar la declaración de nuevos patrimonios [a nivel mundial] o detallar los que pasarían a la lista de situación de riesgo. Allí mismo, se recibirían las recomendaciones para Arequipa”, enfatizó Palomino.
De encontrarse zonas en riesgo, la Unesco brinda un plazo prudente para subsanar las observaciones y salvo que encuentre una situación catastrófica, se tomaría en cuenta la pérdida de la etiqueta como Patrimonio Cultural de la Humanidad; pero considerando todos los reportes que tienen, William Palomino consideró que esta posibilidad es lejana.
EL DATO
William Palomino y Carlos Zeballos, consideran que las comisiones de Desarrollo Urbano y Centro Histórico deberían fortalecerse, para evaluar eficazmente las licencias de intervención en la zona patrimonial y de amortiguamiento de Arequipa.
Días atrás, el Colegio de Arquitectos de Arequipa destacó que unas 20 obras podrían afectar la distinción otorgada por la Unesco. Entre ellas están los proyectos de La Recoleta y la central hidroeléctrica Charcani VII de Egasa, pero que aún no tienen “luz verde” para su inicio. Palomino explicó que el pronunciamiento de la Unesco podría tomar en cuenta ambos casos.
En opinión de Carlos Zeballos, otro caso importante involucra “la cabecera de la cuenca del río Chili”, que al considerarse como zona de amortiguamiento se debería proteger.
“Existe la queja sobre la urbanización Los Pinos que figuraba como residencial, pese a que era una área de protección, y que debería ser resguardada por los andenes de Tocrahuasi y el parque ecológico de Las Rocas”, aseveró. Este tema también debería ser analizado en el Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM), a cargo del Instituto Municipal de Planeamiento.
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