Rolando Vilca Begazo
Este año que termina será muy difícil de olvidar para el alcalde provincial, Alfredo Zegarra Tejada. No solo tuvo que anular la entrega de la buena pro del viaducto Salaverry, sino que tendría que postergar otras obras de las que se había anunciado su inicio meses atrás porque hasta ahora no cuentan con los permisos y las autorizaciones respectivas.
Esto, sin contar los graves problemas que presenta el intercambio vial de las avenidas Dolores, Los Incas y La Salud, donde la contratista a cargo realiza varias reparaciones para resolver las 40 observaciones técnicas hechas a la obra.
Así, al frustrado viaducto subterráneo Salaverry —que según el decano del Colegio de Ingenieros, José Flores Castro, aún no supera las observaciones hechas en junio pasado— se suman el intercambio vial de Juan de la Torre, el eje Jerusalén – San Juan de Dios y la peatonalización de la plaza de Armas.
Lo peor de todo es que el alcalde, cada vez que es abordado por los periodistas, muy suelto de huesos señala que “en la siguiente semana” tendrá todo resuelto para volver a licitar la obra de Salaverry, “porque nadie retrasará el desarrollo de Arequipa”.
Sin embargo, el gerente municipal Mario Alatrista, en un tono más cauto, admitió que no es indefectible el que algunas de estas obras sean licitadas en el corto plazo mientras no se superen las observaciones y tengan todo saneado.
“El propósito es entregar las obras antes de culminar la actual gestión, pero si algunas se retrasan ya quedará el encargo para el nuevo alcalde”, declaró vía telefónica a Encuentro.
¿Hasta cuándo con Salaverry?
En el caso del viaducto Salaverry, pese a que días atrás el alcalde provincial dijo que se “estaba incorporando los aportes de los colegios profesionales de Ingenieros y Arquitectos para lanzar la nueva licitación”, hasta el momento nada de ello ha ocurrido.
Lo que más preocupa a Alatrista es que primero se concrete la nulidad del convenio suscrito con la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que tuvo a cargo la licitación del proyecto y cuya buena pro la obtuvo el consorcio Socabaya.
“Esto está sujeto a cómo responda la empresa que ganó la licitación. Además, ya notificamos algunos documentos a la OIM, pero aún no hay ninguna respuesta”, señaló. Al margen de ello, el proyecto carece del estudio de impacto ambiental (EIA); el trámite recién se inició ante el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Además, el director regional de Cultura, Franz Grupp, advirtió que no otorgarán ninguna autorización en tanto no se resuelvan las observaciones hechas por el Colegio de Ingenieros.
“Hemos hecho nuestras observaciones y no podemos dar el visto bueno a un proyecto identificado como riesgoso por el Colegio de Ingenieros”, detalló. De manera adicional, solicitaron un nuevo plan de desvío de rutas porque el anterior contemplaba recargar las estrechas vías de ingreso al Centro Histórico, lo que agudizaría más la congestión vehicular.
No queda claro el SIT
En cuanto a la intervención del tramo Jerusalén – San Juan de Dios y el futuro intercambio vial que se levantará en la intersección Juan de la Torre, Jerusalén y Peral, según Franz Grupp, no queda claro el tipo de unidades que utilizará el Sistema Integrado de Transporte (SIT).
Esto, en razón de que la licitación de rutas contempla el uso de buses de cien pasajeros para el corredor central que usará los ejes Sucre-Bolívar y Jerusalén – San Juan de Dios a
fin de ingresar y salir del Centro Histórico.
No obstante, días atrás el propio Alfredo Zegarra dijo que en enero la Cooperación Francesa presentará a Invierte.pe un proyecto de tren ligero valorizado en US$ 600 millones y que podrían financiar hasta en 60 %. De ser aprobado, su construcción empezaría en el 2019 y reemplazaría a los buses del corredor central del SIT. Esta situación, en opinión de Grupp, crea confusión por las características que debe tener la vía en ambos tramos.
Es por ello que la Dirección Desconcentrada de Cultura solicitó hace varias semanas que se les haga llegar el proyecto integral del SIT, pero lo recibieron incompleto. Aun así lo revisaron y plantearon varias observaciones, que hasta el momento no son resueltas.
“Es de necesidad impostergable resolver el caos vehicular y mejorar la calidad del servicio de transporte. Pero hay que hacer las cosas bien para que tenga una duración de muchos años y sea ‘la solución’, en mayúsculas”, agregó.
Peatonalización
Otro proyecto cuya autorización es muy discutida es la peatonalización de la plaza de Armas. Franz Grupp sostuvo que ya aprobaron los componentes vinculados al cableado subterráneo, el sistema de alcantarillado, el cambio de iluminación, el arreglo de la jardinería, el cambio del sistema de riesgo y el mobiliario urbano.
Lo único que no fue aceptado, en un primer momento, fue la nivelación de las pistas con las veredas “porque cambiaba ostensiblemente el paisaje del Centro Histórico”. Este tema fue revisado nuevamente a pedido de la sede central del Ministerio de Cultura y la decisión final se elevó a consulta ante el Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco.
Si bien Grupp no quiso adelantar el sentido del nuevo veredicto, se prevé que insistirían en la decisión que ya habían tomado; por ello, buscan el respaldo de la Unesco, pese a que esta organización adelantó que no encontraba objeciones a tal variación. Esta situación fue cuestionada por Mario Alatrista, gerente de la comuna provincial, quien calificó de terquedad la insistencia de Grupp de consultar a la Unesco.
“Me parece que no queremos mejorar el Centro Histórico. Somos patrimonio cultural y no tocaremos el aspecto arquitectónico. Solo queremos dar más acceso a las calles para los visitantes. Por esta terquedad se pueden perder S/ 6 millones de inversión”, afirmó.
Para tomar en cuenta
– El costo de las obras en cuestión es de S/ 110 millones (viaducto Salaverry), S/ 36 millones (intercambio Juan de la Torre), S/ 30 millones (eje San Juan de Dios – Jerusalén) y S/ 6 millones (peatonalización de la plaza de Armas).
– En el caso del viaducto Salaverry, si no se licita antes de fin de año, que es lo más probable, se tendrá que volver a solicitar su financiamiento ante el Gobierno nacional.
– Otra obra postergada es el intercambio vial del óvalo de los Bomberos (cruce de las avenidas Avelino Cáceres y Alcides Carrión), valorizado en S/ 37 millones. El proyecto ya fue adjudicado y los trabajos se postergaron hasta la primera semana de enero a pedido de los comerciantes de la plataforma Avelino Cáceres.
“No dejen obras inconclusas”
Para el decano del Colegio de Ingenieros, José Flores Castro, la comuna provincial actuaría mal si inicia la construcción de obras que no podrá culminar en el año de gestión que le queda al alcalde, Alfredo Zegarra.
“No deben empezar obras que no podrán culminar, si no, que las dejen para la siguiente gestión. Sería irresponsable que el viaducto Salaverry, el intercambio del óvalo de los Bomberos o el tramo Jerusalén – San Juan de Dios se inicien si no los acabarán. Eso iría en contra de su propia postulación al gobierno regional”, apuntó.
En lugar de ello y para evitar deficiencias técnicas como las encontradas en el baipás de la intersección de las avenidas Dolores, Los Incas y La Salud, dijo que “deberían dejar todos los proyectos saneados”. Es decir, no solo con los permisos aprobados, sino con la revisión técnica de los expedientes por parte de los colegios de Ingenieros y Arquitectos.
“Se debe transparentar la ejecución de las obras, desde la revisión técnica de los proyectos, para evitar errores técnicos y el incumplimiento de las normas de ingeniería”, señaló.
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