Juan Pablo Olivares
Rodrigo Delgado Coaguila, tuvo una temporada (2022) sobresaliente con el equipo de baloncesto de la Universidad Católica San Pablo. Consiguió la medalla de bronce (tercer lugar) en el campeonato nacional universitario, con estadísticas y un rendimiento prominente que le permiten soñar con volver a conquistar —por quinta vez— el Campeonato Regional 2023 y por primera vez, el nacional 2024.
La pasada temporada, el nacido en Arequipa hace 23 años y capitán del equipo, disputó todos los partidos, con un promedio de 9 asistencias y 6 rebotes defensivos y ofensivos por partido. Un promedio bastante alto, más aún, si tomamos en cuenta su posición (armador) y su baja estatura (1,65 m) que lo ubican como una de las figuras del baloncesto arequipeño.
“Para mí, es el mejor armador de Arequipa. Tiene mucho temperamento y corazón para jugar. Es un chico bastante humilde y con un futuro prometedor”, dice orgulloso Guillermo Werner, su entrenador.
Íntegro y competitivo
Rodrigo, piensa unos segundos para dar la respuesta. Busca las palabras para definirse como jugador. Le basta una: “competitivo”. Y sí, es un jugador competitivo que se da íntegro por su equipo y compañeros.
En su puesto de armador, su tarea es organizar las jugadas, iniciar y dirigir la ofensiva del equipo. “Siempre intento facilitar el juego a mis compañeros, pero no suelo anotar mucho”, reconoce el deportista.
Delgado proviene de una familia de deportistas. El fútbol, es el deporte que predomina en los familiares de Rodrigo. Su padre, fue futbolista y jugó en la Primera División de Arequipa.
Quizás por eso, en un inicio, el basquetbolista quiso ser futbolista. Aunque el intento terminó a los 12 años, edad en la que tuvo que decidir entre el deporte rey y el básquet. Eligió el segundo, desde entonces, defendió los colores de su colegio San José.
Luego, pasó al club de la misma institución educativa. Fue parte de la selección de Arequipa y participó de los Juegos Trasandinos, y desde los 17 años juega en el equipo de la San Pablo.
Experiencia universitaria
Todo parece haber sucedido de prisa en la trayectoria de Rodrigo Delgado, desde aquellos años escolares, los primeros botes al balón naranja y las canastas en el colegio y club San José, equipo con el que jugó la final de la Liga Nacional en 2018.
Con los colores de la San Pablo, compitió en el nacional universitario 2018, fue su primera experiencia y alcanzó el cuarto puesto. En 2019, consiguió el tercer puesto en el regional y en 2022 subió al podio colgándose la medalla de bronce en el nacional universitario.
Apuesta San Pablo
En un país cargado de escuelas de fútbol y con miles de niños y jóvenes que sueñan con ser futbolistas, apostar por el básquet es, por lo menos, una locura. En ese sentido, Rodrigo Delgado, dice ser realista y no piensa jugar en otro equipo que no sea el de la San Pablo y cumplir con el sueño de ser campeón nacional universitario.
Mientras quema etapas a mil por hora sobre la cancha, sigue con los estudios. El año pasado terminó la carrera de Ingeniería Industrial y ahora, se alista a realizar un diplomado y, por si fuera poco, realiza también prácticas profesionales en la San Pablo.
Y cuando no juega, suele ver partidos de la NBA y básquet europeo. Rodrigo, lo tiene muy claro, seguirá estudiando y jugando al básquet porque son parte de su vida.
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