Milagros Tairó
Los resultados de la ONPE a 11%, el conteo rápido a 90% y el boca de urna, confirman algo que ya se preveía sobre las elecciones: el nuevo presidente, será electo en segunda vuelta. Ninguno de los 18 candidatos superó el 50% de los votos. Según el conteo que tiene carácter oficial, solo el primer puesto está claro y el segundo está en un empate técnico entre otros tres postulantes.
Ante esta situación, el politólogo Carlos Timaná, director del Centro de Gobierno José Luis Bustamante y Rivero de la Universidad Católica San Pablo, invocó a la población a esperar los resultados oficiales de la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales) y también dijo, que este resultado era previsible, ante la fragmentación de votos por el elevado número de candidatos.
De cara a la segunda vuelta, instó a los ciudadanos a ser responsables con el voto, evaluar las tendencias políticas, las propuestas, ver los casos de otros países en la región, analizar si eso es lo que queremos y sobre todo, lo que el Perú necesita y más en este contexto de pandemia.
Respecto a estos resultados, consideró que a diferencia de otras elecciones, se ha marcado puntos importantes, por ejemplo, las elecciones no se definen en Lima sino por el voto del resto de ciudades del país, en especial el voto de la sierra, donde está el mayor respaldo a Pedro Castillo, candidato que se ubica en el primer lugar. Lo otro, es que hay una postura clara de izquierda representada por el mencionado candidato y otros dos aspirantes presidenciales con mayores preferencias; y de derecha, representada por los otros tres que disputan el pase a la segunda vuelta.
En su análisis, los resultados también evidencian un mayor respaldo a la izquierda, pero a la tradicional-radical y no a la progresista que representa Verónica Mendoza y algo más moderada con Yonhy Lecano, mientras que por la derecha, el hecho es que por fin tiene a otra figura que los representa y no es Keiko Fujimori, sino Hernando de Soto y Rafael López Aliaga.
“Castillo tuvo una autopista libre. Nadie lo vio sino hasta los días previos a las elecciones. Los demás candidatos se centraron en competir entre ellos y en cometer una serie de errores, lo que colocó a Castillo en el primer lugar. También lo ayudó a obtener este resultado, realizar una campaña tradicional, pese a que estaba prohibido, pues hizo mítines y recorrió la zona rural donde los demás no llegaron y los medios de comunicación de alcance nacional tampoco lo hicieron”, indicó.
De cara a la segunda vuelta, el politólogo, consideró que los dos candidatos que pasen, tendrán que buscar consensos y tener una postura dialogante. “Sin duda Castillo buscará canalizar el voto antikeiko y quien pase por la derecha, elevarán en sus discursos los riesgos de asumir políticas estatistas o asistencialistas, como plantea la izquierda, más aún en la crisis que estamos viviendo por el coronavirus. Pero ni uno, ni otro logrará un triunfo sin diálogo y esto es algo fundamental para el nuevo Gobierno”, finalizó.
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