Deysi Pari
Cusco es la región del país con más obras paralizadas, de acuerdo al portal web Infobras de la Contraloría General de la República. Son 252 obras detenidas del gobierno regional, municipalidades provinciales y distritales, por un monto de S/ 1115 millones.
Entre las obras paralizadas figuran el hospital de Quillabamba en la provincia de La Convención, el hospital de Espinar, el mejoramiento del sistema de agua para distintas zonas de la provincia de Espinar, el mejoramiento y ampliación de la carretera Ccochapata-Occoruro en el distrito de Yaurisque. Este último proyecto data del año 2013.
Un punto aparte es la situación del hospital Antonio Lorena para la ciudad del Cusco. Aunque la obra no está paralizada, su ejecución ya lleva 12 años. Los motivos del retraso son diversos, desde incumplimiento de pago de valorizaciones hasta falta de presupuesto, entre otros.
Obra culminada tras más de una década
Otra muestra de lo lento que avanzan las obras en todo el país es la Vía Expresa de Cusco. Fue registrada en el banco de proyectos del Ministerio de Economía y Finanzas en el año 2012, empezó a ejecutarse a inicios de 2021 y recién el 15 de diciembre de 2024, tras múltiples problemas, fue inaugurada. Esta obra costó S/ 320 millones.
En diálogo con Encuentro, el exgobernador regional de Cusco, Jean Paul Benavente, explicó que la idea de este proyecto vial comenzó a gestarse hace 40 años, cuando se desarrolló un plan urbano que contemplaba la construcción de esta infraestructura.
Sin embargo, los avances fueron lentos y sólo en 2012 se obtuvo un primer impulso con un financiamiento del Banco Mundial, en el marco de un préstamo que permitió avanzar en los estudios técnicos. Para 2018, el proyecto alcanzó la fase del perfil técnico y los estudios definitivos.
Cuando Benavente asumió la gobernación en 2019, encontró que el proyecto estaba en fase de revisión y aprobación del expediente técnico. El exgobernador destacó que uno de los primeros pasos que dio fue aprobar el estudio definitivo y replantear el financiamiento con el Banco Mundial que estaba congelado.
Desarrollo de la obra
En medio de la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, lograron lanzar una licitación pública internacional para el proyecto de esta vía expresa, con la participación de nueve empresas precalificadas por el Banco Mundial. Tras un proceso de evaluación, la empresa ganadora fue el consorcio China Gezhouba Group Company, que presentó la mejor oferta técnica y económica.
Las obras comenzaron en abril de 2021, con la expectativa de finalizar en abril de 2023. No obstante, el avance de la construcción se vio afectado por diversas interferencias técnicas, como la presencia de una tubería de agua mal ubicada en los planos, lo que generó una demora de seis meses. A pesar de estos obstáculos, la obra no fue paralizada gracias a un tipo de contrato especial aprobado por el Banco Mundial, que establecía penalidades por retrasos y condiciones claras para la ejecución.
En su análisis, el exgobernador indicó que la falta de visión y voluntad política en gestiones previas, específicamente en 2012 y 2013, retrasó la elaboración del estudio técnico y la formulación del perfil, lo que dificultó el avance del proyecto.
El problema es el sistema de inversión
Benavente también abordó los problemas estructurales que enfrenta el sistema de inversión pública en Perú, especialmente en lo que respecta a la ejecución de grandes proyectos. Según el exgobernador, la principal falla radica en un marco normativo rígido que dificulta la correcta ejecución de las obras. “El sistema administrativo del Estado y la forma en que se formuló la inversión pública limita la posibilidad de ejecutar los proyectos de manera eficiente”, señaló.
Problema de corrupción
El hospital Antonio Lorena, que ya lleva 12 años en construcción, es otra muestra de la lentitud pero también del grave problema de la corrupción. Fue adjudicado en julio de 2012 al consorcio integrado por la brasileña OAS y debía concluirse dos años después.
Pero en 2015 la ejecución quedó paralizada debido al incumplimiento de OAS, que dejó la construcción al 50 %. La obra pudo ser reactivada en 2020 y ahora se espera que concluya en diciembre de 2025.
Según Benavente, una obra presupuestada en casi S/ 300 millones en su concepción inicial, terminará costando más de S/ 1000 millones.
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