Liz Ferrer Rivera
El año 2024, en la región de Moquegua se registraron 9686 casos de trastornos depresivos, un 9 % más que la cifra de personas que fueron atendidas en 2023. La Dirección Regional de Salud identificó a la depresión y la ansiedad como los principales problemas de salud mental que afectan a la población moqueguana.
La responsable de la Estrategia Sanitaria Regional de Salud Mental, Thalía Sisa Calachua, explicó que durante el año 2023 se reportaron 8797 pacientes diagnosticados con trastornos mentales en diferentes etapas de vida. La mayor parte de cuadros depresivos se presentó en adultos y jóvenes.
“En la etapa de vida adulta tuvimos 4577 casos, en jóvenes 2463, en adultos mayores 1520, en adolescentes 972 diagnósticos y en niños 154. Lamentablemente 7 personas murieron por suicidio el año pasado”, detalló la psicóloga Sisa.
Los signos
La profesional explica que una persona con depresión se caracteriza por su tristeza persistente y la pérdida de interés en actividades que antes podían causarle alegría o placer. Así, una rutina cotidiana como levantarse, tender la cama, comer, bañarse, entre otras tareas, se torna difícil de lograr.
“Podemos advertir un cuadro depresivo si notamos ciertas conductas como el insomnio, la pérdida de apetito, el cansancio injustificado, el consumo de drogas o alcohol y cambios repentinos de humor”, relató Sisa.
Por otro lado, la ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud y sus síntomas pueden ser sudoración excesiva y repentina, palpitaciones, dolor de cabeza, mareo, agitación y la sensación de ahogo. El paciente puede, incluso, evitar hacer actividades cotidianas por temor o pensamientos catastróficos.
Red de apoyo
Moquegua tiene 25 puestos y centros de salud con profesionales en Psicología, 5 Centros de Salud Mental Comunitarios y su Hospital Regional cuenta con 2 unidades de hospitalización en Psiquiatría. Aun así, no es suficiente para atender la demanda en atención de salud mental.
Thalía Sisa relata también que la atención psicológica tiene una duración de 45 minutos a una hora por persona, es por eso que cada profesional puede atender hasta 8 consultas diarias, pero la demanda de citas suele ser mayor a esa cifra en cada consultorio.
A pesar de ello, destacó que todos los esfuerzos del sector salud necesitan de una ayuda importante: la red de apoyo del paciente. La atención médica necesita de la participación activa de la familia y amigos. Ellos son la principal fuente de apoyo social de un paciente.
A nivel nacional, la ansiedad y depresión son los trastornos de salud mental más comunes en el país. En el caso de Moquegua, la profesional reconoció que los problemas socioeconómicos pueden ser un detonante, al tener la región un alto costo de vida (es la primera región minera del país).
Sin embargo, más allá de los factores, Sisa insistió en la importancia de un pilar fundamental para prevenir y atender los trastornos. “Quienes viven en familias donde hay un alto grado de apoyo y tienen buenas relaciones, tienen posibilidades de una recuperación más rápida”, concluyó.
Presión y tratamiento
Rossmery Arce Delgado, psicóloga y profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Católica San Pablo, sostiene que al igual que en Moquegua, a nivel nacional existe una tendencia hacia el incremento de cuadros de depresión y ansiedad. Ella considera que esa alza puede responder al mayor acceso de información sobre salud mental y la búsqueda de ayuda.
“Antes existía la concepción de que, si una persona se sentía mal emocionalmente, debía afrontarlo sola. Hoy en día no es así, se busca ayuda profesional y por ello las cifras (de pacientes con ansiedad o depresión) son mayores. Después de la pandemia del covid-19, hemos notado el incremento”, señaló.
Además, coincidió en que el factor social es importante. Dijo que al ser Moquegua una región con un alto costo de vida, la presión en la población trabajadora es mayor. “La ansiedad es estar en alerta. Si tienes dos empleos, piensas a diario en cómo subsistir y en las necesidades financieras de tu familia” apuntó.
También consideró que existe un factor genético a tomar en cuenta, ya que hay personas con una mayor tendencia a deprimirse o tener cuadros ansiosos. Para tratar a un paciente, un médico requiere conocer si los familiares cercanos padecieron trastornos depresivos.
No obstante, aclaró que con predisposición o sin ella, todas las personas pueden prevenir los trastornos mentales con buenos hábitos de salud. Contar con espacios donde puedan comunicarse, de recreación, relaciones sanas y actividades físicas; ayudarán a una mente sana.
Aún así, si ya existe el cuadro de depresión, las personas requieren atención profesional. Los tiempos de tratamiento o medicación dependerán de la gravedad de cada caso. Informarse con libros o videos de la web ayuda, pero no es suficiente. “Los tips pueden ser superficiales si no se ataca realmente el problema”, advirtió la psicóloga.
EL DATO
Otros problemas de salud mental con mayor incidencia en Moquegua son los relacionados a trastornos del comportamiento, emocionales y de conducta, que suman 4073 casos. Los casos de violencia familiar y maltrato infantil fueron de 1348 en 2024.
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