Rolando Vilca Begazo
La sesión inaugural del Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que en su décima edición se realiza en Arequipa y fue presidida por el rey de España, Felipe VI, sirvió para hacer un llamado a favor del diálogo entre las diferentes identidades culturales y en contra de un orden hegemónico global.
“Hoy, sin gritar, resulta necesario lanzar una defensa de la democracia, de la dignidad humana, una defensa contra el genocidio, porque queremos que se cumpla la voluntad de la tierra que da sus frutos para todos”, afirmó el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, al iniciar su discurso.
El Instituto Cervantes, junto con la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), son las instituciones responsables de organizar el X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE).
Desafío cultural
García Montero destacó que hablar de mestizaje e interculturalidad resulta imprescindible en la actualidad, cuando a nivel mundial se ponen en duda el multilateralismo, el derecho internacional y el diálogo entre las diferentes identidades culturales.
Es más, aclaró que el mestizaje no debe servir “para borrar las experiencias originales, sino para establecer un diálogo y una convivencia entre todas ellas”, sentando posición a favor de respetar la diversidad cultural.
Al referirse al español como la segunda lengua más hablada a nivel mundial, después del chino mandarín, con más de 600 millones de hispanohablantes, enfatizó que “debería servir para entender a millones de personas sin caer en la tentación de borrar de manera hegemónica a las demás lenguas” y con ello a sus propias culturas.
También advirtió el peligro de que “se eliminen las experiencias individuales a través de la hegemonía y la homogeneización en nombre de un todo, que en realidad es la imposición de una sola identidad avasalladora y única”. En ese contexto, cuestionó que la libertad se convierta en la ley del más fuerte y la igualdad se sustituya por un discurso de odio.
EL DATO
Carmen Noguero, secretaria general del Instituto Cervantes, señaló que los congresos internacionales de la lengua española “tenían una cita pendiente con el Perú” y ahora, de alguna forma, se estaba saldando esa deuda.
La IA, el otro desafío de la cultura
En relación a la irrupción de la inteligencia artificial (IA), Luis García Montero afirmó que no se trata de caer en un “catastrofismo” porque hay muchas cosas útiles que puede aportar, ni aceptar “la irresponsabilidad de no tener conciencia de los peligros de la manipulación y el control que ya sufre el mundo”.
Por ello, en su opinión, “la cultura debe invitar a pensar y evitar programaciones de respuestas erradas que busquen el automatismo en el comportamiento de las personas”. Incidió en que la verdadera libertad está en “pensar lo que se dice, antes de decir lo que se piensa”.
De igual forma, advirtió que en los tiempos actuales no solo está en juego la verdad, sino la veracidad. Es decir, “la capacidad de que parezcan verosímiles las ilusiones democráticas de la igualdad y la fraternidad”. Asimismo, indicó que el periodismo necesita reivindicarse ante las campañas de desprestigio programadas por los poderes que intentan degradar las democracias.
LO DIJO
“No debemos confundir el lenguaje claro con la mentira atractiva. La comunicación clara sirve para generar confianza entre las instituciones y la ciudadanía, evitar el desprestigio de los poderes públicos y mostrar cercanía entre las decisiones políticas y la vida cotidiana”
Luis García Montero, director del Instituto Cervantes

“El CILE honra la memoria de Vargas Llosa”
El rey de España, Felipe VI, durante su discurso inaugural del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) sostuvo que esta edición, desarrollada en Arequipa, honra el manifiesto “deseo en vida y la memoria de uno de los mayores narradores y ensayistas que han dado nuestras letras: Mario Vargas Llosa”.
Además, consideró que el CILE ayuda a “proyectar la voz [de los países de habla hispana] frente a un panorama global incierto”. Y, en esa perspectiva, la lengua española debería potenciar la voz de los hispanohablantes en los foros internacionales.
“En un tiempo en que la diplomacia es tan necesaria, nuestra lengua debería servir para buscar la paz y procurar el consenso”, apuntó.
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