Juan Pablo Olivares
Fue un Jueves Santo, día en el que el árbitro de fútbol Junior Goyzueta Meléndez, denunció ser víctima de discriminación por ser de raza negra, un árbitro negro.
¡Gorila! ¡Negro de …! ¡Ven para acá negro, aquí tengo tus plátanos! Le gritaba un grupo de hinchas irascibles que reflejaban su malestar por el desempeño del réferi, esto provocó la histórica decisión de finalizar el partido entre Sporting Lisboa y Sport River por la Liga Distrital de Hunter, al culminar el primer tiempo.
Ese momento de rebeldía, acontecido por primera vez en el futbol arequipeño y observado por todos los hinchas y aficionados, se ha convertido en un poderoso mensaje contra el racismo del cual ha sido víctima.
Nunca antes lo atacaron de manera directa ni en su etapa de futbolista y Goyzueta tampoco reaccionó, hasta ahora, y lo hizo no por carecer de personalidad, sino para que quede un precedente, un punto de partida para erradicar el racismo y ganar el respeto para los hombres de negro.
El caso del árbitro arequipeño no es excepcional, hay muchos más en el fútbol peruano y en el mundo. No sólo los árbitros, también los futbolistas han sufrido comportamientos racistas similares al experimentado por Goyzueta.
El racismo no es un problema que proviene del deporte (fútbol), sino que lamentablemente está arraigado en la sociedad y alcanza al fútbol.
¿Un reflejo de la sociedad?
El racismo es una forma de discriminación por el color de la piel. Históricamente tenía que ver con la cultura de la esclavitud. “El racismo es tan antiguo como las culturas humanas”, dice Juan David Quiceno, docente del Departamento de Humanidades de la Universidad Católica San Pablo (UCSP).
Quiceno señaló también que, la discriminación en el fútbol suele tener un contexto coloquial y un contexto netamente ofensivo o hiriente que se manifiesta de manera agresiva e intenta hacer daño.
“En el fútbol, se da una especie de cultura o ámbito de muchas bromas, mucha viveza, es una cultura habitual dentro de este deporte”, añadió Quiceno.
Aclaró que, el argumento de discriminación por razones de color de piel, nacionalidad o discapacidad es ridículo y sólo es muestra de la propia miseria. Sin embargo, hoy en día, argumentar que el racismo o la discriminación son comportamientos aislados o puntuales, ya no es certero.
Deporte popular
Lo sucedido en la Liga de Fútbol de Hunter, es sólo un caso de la larga lista de incidentes que durante varios años ocurre en el deporte rey. En ese sentido, lo que se ve como factor discriminador pasa a ser un elemento de idiosincrasia.
En el fútbol, en las gradas, la gente, los hinchas se emocionan o se enojan más de la cuenta por las decisiones arbitrales y, evidentemente, como podría suceder en otras circunstancias, se exceden.
“No podría decir que existe más discriminación en el fútbol. Lo que pasa es que, el deporte rey está expuesto por tener una escala alta de popularidad que nos atrae a todos”, señala Quiceno.
En esa línea, el especialista sostuvo que cada vez es más complicado determinar la discriminación, ya que se suele utilizar muchas veces como una herramienta política o una forma de victimización para obtener ciertos privilegios.
En todo caso, la solución para este problema, según el docente de la San Pablo, está en la educación integral, para la vida y no solamente para el fútbol.
Factor psicológico
El racismo difícilmente desaparecerá con sanciones o con amenazas de paralizar un partido de fútbol. Lo que sí es una realidad es el daño que produce en quienes lo padecen ¿Cómo combatir el racismo? ¿Qué herramientas permiten sobrellevar o superar esta situación?
El psicólogo deportivo, Franz Rivera, sostiene que el impacto del racismo depende mucho de la persona. Hay casos de futbolistas o árbitros, en los que el impacto emocional puede ser muy fuerte, debido a que durante su vida tuvieron ese lastre.
En cambio, existen otros que colocan el hecho en otro contexto y lo gestionan o asimilan como un elemento o parte del deporte (fútbol). Es decir, dependerá de la sensibilidad de cada persona.
“Cuando el deportista o árbitro es joven, hay un poco más de sensibilidad a la imagen personal y corporal cuando se siente atacado u ofendido. A más años o experiencia, habrá un mejor manejo mental de la situación”, sostuvo.
Asimismo, aseguró que es importante la preparación psicológica, pues brindará al deportista los recursos de manejo ante situaciones como el racismo, además de la sensibilización social en torno a la igualdad racial.
“El futbolista o árbitro debe tener la capacidad de equilibrio e indiferencia al entorno y enfocarse en el juego. Esa es una característica y condición básica, pero no significa que no se reaccione en el factor humano, frente a determinadas condiciones”, afirmó el psicólogo.