¿Se puede compartir la misma pasión por la ciencia, el deporte y la música?

Gonzalo García nos cuenta cómo logró forjar su futuro a través de tres disciplinas. Conoce su historia y experiencia de vida.

Gonzalo García Calderón junto a su banda tocó en The Cavern Club, el famoso local donde el grupo The Beatles hizo su primera presentación.

Juan Pablo Olivares

Gonzalo García Calderón (31), es un destacado ingeniero industrial egresado de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), en 2014. Es también un sobresaliente músico y deportista. Su formación hace compatibles el arte, la ciencia y el deporte de manera exitosa.

Como ingeniero, ha laborado en diferentes empresas y, actualmente, ocupa el cargo de gerente corporativo de Costos y Rentabilidad en Emergent Cold para toda Latinoamérica. Además, fue reconocido internacionalmente como “Futuro Líder” por la GCCA (USA) y “Líder del Mañana”, por la Universidad de Liverpool (Inglaterra).

Gonzalo es un joven que, gracias a su apuesta por el estudio, el deporte y el arte, puede explorar nuevos y mejores caminos.

Músico, ingeniero y basquetbolista

En la última edición de Universitas 2024, evento emblemático de la UCSP, donde se desarrollaron diversas actividades, Gonzalo se hizo presente para contar su experiencia académica y laboral.

Asimismo, puso de pie al público hace un mes, luego de tocar en el Sheriff Restobar con su banda Guajira. Sus cualidades para tocar la batería y el modo en que este ingeniero de 31 años, se mueve con singular éxito entre la música, el deporte y la ciencia maravillaron a muchos.

Aunque ya no practica el básquet de manera competitiva, el antiguo alumno de la San Pablo, considera fundamental la práctica del deporte para liberar el estrés y mantener el equilibrio emocional.

“El arte y el deporte pueden sumar muchísimo a un buen desarrollo profesional, laboral y académico, siempre y cuando se lleven con disciplina y esfuerzo”, sostiene.

Gonzalo practicó el básquet de manera competitiva en su etapa escolar, participó en los Juegos Deportivos ADECOA, con el colegio La Salle y en la Liga Superior de Básquet, defendiendo al club de su colegio.

El ingeniero y la batería

De igual forma, el joven deportista descubrió su amor por la batería en el colegio, a los 10 años. En el taller de música, el profesor Jorge ‘Coki’ Valdivia fue quien le inculcó la pasión por este arte.

Se especializó en instrumentos de percusión como el bongó, la conga y el cajón, pero se enganchó con la batería. Empezó a leer y entender las partituras de percusión y ese fue el despegue de su carrera como músico.

Una carrera llena de retos y satisfacciones. Fue parte da algunas bandas y creó otras como Guajira, Café Paradise y Carga Ligera. Con esta última grabó un disco que está publicado en Spotify.

Y, por si fuera poco, en Inglaterra, cuando llevaba a cabo una maestría, formó una banda llamada Green Tangerines, con ella realizó una gira por el Reino Unido llegando a tocar en The Cavern Club, local famoso donde el legendario grupo The Beatles realizó su primera presentación.

“Tocar en ese bar fue un sueño hecho realidad. Fue la mejor experiencia, porque The Beatles es mi banda favorita de la vida”, confiesa Gonzalo.

El antiguo alumno de la San Pablo, asegura que el deporte y sobre todo el arte y la ciencia lo acompañarán hasta el final de su vida. Aunque muchas veces le ha sido difícil sostener este ritmo de vida, no pretende dejarlo.

Su intención es seguir por esos tres caminos (arte, ciencia y deporte) porque está seguro de que el arte es tan amplio que sirve para la ingeniería y viceversa.

“Necesito de la música como un complemento, así como del deporte, porque siento que eso me hace tener un mejor desempeño laboral”, explica.

Gonzalo fue reconocido internacionalmente como “Futuro Líder” por la GCCA (USA).

El poder de la música

Como ingeniero industrial realiza muchas comparaciones con ritmos y temas de temporalidad. De igual forma, la música es mucho de compases, de tiempos, de tener mucha sincronía, y Gonzalo asegura que como ingeniero debe tener sincronía y armonía para que el trabajo sea más productivo.

Él sabe cómo conectar con el público y sus compañeros de trabajo y, de alguna forma, les transmite sus acordes, sus valores y filosofía de vida.

Su experiencia de vida le hace afirmar que el deporte y la música desarrollan la sensibilidad que toda persona debe forjar. “Te hace más empático”, dice.

Para Gonzalo, además, la música humaniza, y sentencia que esta lo rescató de momentos complicados.

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