Juan Pablo Olivares
Antes de descubrir que quería ser basquetbolista, Gonzalo Rodríguez Olaguivel solía apasionarse con el fútbol. Es más, no solo le pegaba al balón, también destacaba en el tenis de mesa y otros deportes; pero llegó un momento en que se atrevió a elegir el baloncesto para jugarlo de manera competitiva.
Su primer acercamiento a esta disciplina fue a través de su familia. Heredó el talento de su abuelo y su papá, ambos reconocidos exdeportistas. Luego de destacar en la selección de su colegio y participar en diferentes campeonatos escolares, decidió continuar su camino, esta vez en su etapa universitaria.
Psicólogo y basquetbolista
Gonzalo nació en Puno, pero desde hace cuatros años radica en Arequipa. Estudia la carrera de Psicología en la Universidad Católica San Pablo (UCSP) y cursa el último año que, desde su experiencia, es el más complicado pero a la vez el más satisfactorio.
Quiere especializarse en psicología clínica u organizacional. Aunque reconoce que, en un inicio, dudaba de su vocación por esta ciencia (que estudia la conducta y los procesos mentales de las personas), fue gracias al curso de Personalidad que se fascinó con la carrera.
“Lo que más me enganchó del curso fueron las diferentes teorías y la clasificación de los rasgos de la personalidad que una persona puede tener”, sostiene.
Con ese curso, el deportista pudo también fortalecer su personalidad, caracterizada por la confianza en sí mismo y extroversión, rasgos que le permitieron llevar de mejor manera su etapa universitaria y deportiva.
“En lo deportivo, me ayudó a integrarme a los equipos y a ser competitivo; y en la universidad, a tener una mejor comunicación con mis compañeros”, asegura.
Rodríguez ingresó a la San Pablo en 2020. Fue un cachimbo en pandemia; por ello, los dos primeros años estudió de manera virtual. En 2022, recién lo hizo de manera presencial, lo que significó separarse –por primera vez– de su familia.
“La pandemia afectó económicamente a mi familia. Pese a ello, decidí vivir solo en Arequipa y estudiar en la San Pablo. Fue todo un reto y una gran responsabilidad, pero en un inicio fue difícil”, recuerda.
Motor y motivo
Su talento para el básquetbol y su 1.82 m de estatura le sirvieron para jugar por el equipo de Faraday en la Liga Masculina de Básquet de Arequipa; sin embargo, por temas personales y académicos no pudo continuar con estas actividades. A Gonzalo se le complicó llevar a la par los estudios y el básquet.
En 2023, tras un año de inactividad (en la alta competencia), volvió a jugar. Fue gracias a la UCSP y a la convocatoria para la selección de básquet, una oportunidad que le permitió también ser becado por el Prodac (Programa Deportivo de Alta Competencia).
Desde entonces, la motivación por volver a la alta competencia se hizo presente, al punto de que regresó al Faraday para jugar en la máxima categoría en Arequipa.
“Disfruto mucho de jugar y estudiar. Lo que me genera el básquet es algo incomparable. De verdad, estoy muy agradecido con la vida y la San Pablo por la oportunidad que me dan”, reconoció.
Aunque ahora el alumno de la San Pablo se recupera de una lesión a la rodilla, su objetivo deportivo está puesto en los próximos Juegos Universitarios para representar, de la mejor manera, a la UCSP, la casa universitaria que le permitió volver al deporte que más le apasiona.