Juan Pablo Olivares
En el mundo del atletismo hay historias increíbles y conmovedoras que demuestran la pasión y entrega de quienes practican este deporte. Una de estas historias es la de Luciana Cateriano Medina, atleta especialista en pruebas de velocidad que se alista para participar en el Campeonato Mundial de Atletismo U20, que se llevará a cabo en Lima del 27 al 31 de este mes.
Luciana participará en la prueba de postas 4×100. La arequipeña será el primer relevo y junto a sus compañeras buscará batir el récord nacional. Considera que es la competencia más importante de este año y también se prepara para clasificar a los Juegos Panamericanos de Lima 2027.
Cuerpo al límite
Luciana tiene 19 años y una destacada trayectoria como deportista. Sin embargo, para ella no fue fácil llegar a la alta competencia. Detrás, hay una historia de superación y amor propio: una batalla contra la anorexia.
Luciana Cateriano es quizás un ejemplo de cómo una atleta lleva su cuerpo al límite y estruja su peso, al extremo de llegar a la anorexia, un trastorno de alimentación que hace que una persona tenga una pérdida excesiva de peso. Una combinación que, según los médicos, resulta muy peligrosa.
En su afán de rendir mejor, su entrenador de aquel entonces le advirtió que tenía que bajar de peso, y ella quería tener una mejor forma atlética. Se obsesionó con ello, al punto de que no vio las consecuencias que podría sufrir al conseguirlo.
Luciana, con sólo 15 años de edad y una estatura de 1.58 metros, llegó a pesar 38 kilos. Era, supuestamente, el peso ideal para entrenar y competir en el atletismo de alta competencia.
La terapia
Inconsciente de su problema, la atleta creía que su bajo peso y sus intensos entrenamientos le ayudarían a rendir más. Sin embargo, presa de su debilidad y dolor en las piernas, se rompió el talón de Aquiles, lesión que la obligó a dejar el atletismo.
Desde entonces, sumergida ante la posibilidad de no volver a correr nunca más, Luciana tomó conciencia de lo que pasaba. Con la ayuda de sus padres, se puso en manos de especialistas.
Reconoce que fue y es aún un proceso largo y de constancia. Recuperada y con 50 kilos de peso, Luciana decidió volver al atletismo, lo hizo a fines de marzo de este año. Su regreso fue una inyección de inspiración, la atleta tenía en su cabeza la premisa de disfrutar del deporte.
En cada entrenamiento, lo más importante es su bienestar y tener un mejor estilo de vida. Esta vez, el atletismo la motivó y le permitió una mejor y rápida recuperación.
Nuevos horizontes
Persistencia, tenacidad y una nueva ilusión hicieron que Luciana recupere el horizonte esperanzador y competitivo no sólo en el deporte, sino en los estudios.
La alumna de la carrera de Psicología de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), volvió a las aulas y quiere especializarse en psicología deportiva y clasificar al mundial universitario el próximo año.
Su testimonio maduro y espontáneo finaliza con un mensaje de alerta y optimismo para los deportistas de élite, a quienes les pide que prioricen y protejan su salud física y mental. “Porque siempre habrá otra competencia, otros sueños y otras oportunidades”, concluyó.