Juan Pablo Olivares
En el barrio de Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, del distrito de José Luis Bustamante y Rivero, Jaike Neira, convirtió su garaje en una especie de santuario para la entrenadora. Se trata de un gimnasio de halterofilia o levantamiento de pesas.
Pocos imaginarían que en este lugar, Jaike prepara a las mejores deportistas. Cerca de diez señoritas, entre los 13 y 17 años, se embadurnan las manos con tiza en polvo y se ajustan los straps o cintas de agarre que se utilizan, entre otras cosas, para evitar que la barra resbale y mejore la estabilidad y tracción.
Algunas realizan diferentes rutinas con las barras y pesas. Otras ejecutan las técnicas de envión y arranque, mientras que otro grupo, realiza diferentes ejercicios propios de la disciplina.
No más mitos
La alegría, concentración y esfuerzo, resaltan en este gimnasio. Mía Zapata (16) y Luana Aguinaga (15), son las más experimentadas del grupo. Mía, con una estatura que bordea el 1,52 y un peso de 49 kg, levanta 45 kg en arranque y hasta 53 kg en envión.
Mientras que Luana, quien compite en la división corporal de los 45 kg, levanta 35 kg en arranque y 47 kg en envión. Ambas pertenecen a la categoría sub-17 y se preparan para participar en el próximo Campeonato Mundial de Halterofilia, un deporte en el que aún se piensa que, si una mujer lo practica, su cuerpo adoptará una apariencia masculina.
Nada más lejos de la realidad, ya que la práctica de esta disciplina tiene muchos beneficios y sólo cambia ligeramente la musculatura. Diferentes estudios han señalado que los deportes de fuerza aportan una mayor masa muscular y reducen el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Jackie Neira sostiene que una señorita, por más ejercicio que haga o peso que levante, no va a desarrollar un cuerpo tan voluminoso ni musculoso. Esto debido a la capacidad muscular que está básicamente determinada por los genes y la cantidad de testosterona, una hormona relacionada al crecimiento de los músculos.
“Hay deportistas que practican años este deporte y mantienen su cuerpo femenino, sin mayor problema. Ahora, si se ve a mujeres con exceso de musculatura o un cuerpo mal desarrollado se debe a un mal trabajo o a consumo de sustancias prohibidas”, sostiene Neira.
Otros beneficios
La entrenadora aclara que, entrenar la fuerza no sólo otorga beneficios físicos, sino también psicológicos y emocionales. Además, asegura que la buena práctica de la halterofilia, es también fundamental para el desarrollo de la estatura.
Esto debido a que, según Neira, esta disciplina deportiva abarca todas las habilidades motrices y la fuerza. “Se trabaja todos los músculos del cuerpo. Los niños crecen en promedio de 5 a 7 cm por año, el promedio debe ser entre 7 y 9 cm, para ello, el levantamiento de pesas es importante”, explica.
Sin embargo, la halterofilia es un buen deporte para crecer siempre y cuando se desarrolle de manera adecuada. Se tiene que empezar de menos a más, con poco peso. Se realizan trabajos de base, técnica y fuerza. En este deporte se necesita ser veloz, flexible de hombros y de tobillos.
Es importante también una buena alimentación rica en proteínas y buen descanso, porque la hormona de crecimiento básicamente trabaja cuando la niña o señorita está en un profundo sueño. “Lo ideal es dormir nueve horas”, dice la entrenadora y exseleccionada nacional.
Neira y sus deportistas están enfocadas en lo que hacen. Quieren sobresalir en un deporte históricamente limitado para las mujeres, pero nada las saca de su eje. Al momento de entrenar, tratan de no pensar en nada.
Sólo se concentran, miran al frente y descubren día a día durante casi dos horas de entrenamiento, que levantar pesas es lo que quieren hacer en su vida y que, sobre todo, las hace feliz.