Guillermo Yáñez, el paratenista con más presencia en los Parapanamericanos

Incursionó en el deporte adaptado en 2003, y desde 2007 de manera competitiva

Guillermo Yáñez, participó en cuatro Juegos Parapanamericanos. Santiago 2023, fue su última experiencia.

Juan Pablo Olivares

Desde su primer año de vida, el paratenista Guillermo Yáñez le hizo frente a la poliomielitis, una enfermedad infecciosa que degenera y debilita los músculos y huesos. En su caso, el virus le afectó los miembros inferiores. No puede caminar si no es con la ayuda de una órtesis y bastones que le permiten doblar las piernas.

Su discapacidad le hizo romper paradigmas laborales y deportivos. Estudió Contabilidad y trabajó en el sector público y privado sin mayor problema. Y en lo deportivo, se convirtió en uno de los mejores paratenistas del país; participó en diferentes torneos nacionales y estuvo presente en las últimas cuatro ediciones de los Juegos Parapanamericanos representando al Perú.

Talento y estilo

Su destreza con la raqueta lo llevó a debutar en sus primeros Juegos Parapanamericanos con 47 años, en Río de Janeiro 2007. Posteriormente, lo hizo en Guadalajara 2011 y Lima 2019. Todos en la clase T6 de la disciplina (discapacidad física o parálisis cerebral).

Por su condición física, al momento de jugar utiliza el método defensivo, pegado a la mesa. Esto porque no puede desplazarse con facilidad para retroceder y atacar al rival.

Su estilo de juego es el chino o lapicero, que consiste en agarrar el mango de la raqueta entre el pulgar y el índice, como se haría con un bolígrafo. “Con este estilo me siento más cómodo, ejecuto con mayor eficacia mi revés y coloco la pelota en sitios complicados de la mesa”, explica.

Crear su propio club especializado para deportistas con discapacidad, es el sueño por cumplir de Guillermo.

Trayectoria y experiencia

Guillermo Yáñez con 65 años de edad, fue uno de los paradeportistas de mayor experiencia en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023, y el de mayor edad de la delegación peruana.

La competencia en la que la delegación peruana consiguió el récord histórico de 34 medallas, fue su cuarta experiencia para el nacido en Ilo, pero arequipeño de corazón.

Su participación en Santiago, no fue buena. Según él, porque el nivel del deportista peruano está muy por debajo al de otros países. Además, porque no se cuenta con el presupuesto económico adecuado ni el roce internacional suficiente.

Motor y motivo

Guillermo Yáñez, es también entrenador de nivel 1 y árbitro de tenis de mesa. Sus alumnos, en su mayoría deportistas convencionales, ya no reparan en su discapacidad. Y no pasan por alto su trayectoria y experiencia.

Su centro de entrenamiento es en el coliseo Arequipa, en el local de la puerta número 21. Ahí, Guillermo entrena tres veces a la semana y enseña a sus alumnos por espacio de dos horas. Memo, como cariñosamente lo llaman, asegura que mientras su cuerpo aguante continuará compitiendo.

Eso sí, aseguró que cuando lo deje de hacer, seguirá vinculado al deporte y luchando por más y nuevos objetivos. Guillermo, sueña con tener un centro de entrenamiento exclusivo para el tenis de mesa adaptado.

Gracias a su experiencia y trayectoria, Guillermo Yáñez enseña el tenis de mesa a personas discapacitadas y convencionales.

“Mi motivación de seguir compitiendo y enseñando a los demás, es promover y masificar este deporte. Que más personas con discapacidad se atrevan a practicarlo”, asegura.

La historia de Guillermo siempre ha estado vinculada con el deporte. Antes de convertirse en uno de los mejores en el tenis de mesa, practicó básquet, vóley y tiro con arco y pistola. No obstante, en el tenis de mesa encontró una única y mejor forma de vida.

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