Sillar: es necesario valorar el sistema de extracción y uso de residuos

Especialistas de la UCSP, analizaron el tradicional material arequipeño en evento de Universitas

Canteras de sillar se extienden por cerca de 600 kilómetros cuadrados abarcando distintos distritos de la ciudad.

Redacción

La ignimbrita (nombre científico del sillar) forma parte importante de la historia y cultura arequipeña. Se le puede encontrar en canteras que abarcan cerca de 600 km2 ubicados en Yura, Cerro Colorado, Cayma, Yanahuara, Alto Selva Alegre, Sachaca, Uchumayo y Miraflores.

Pero, ¿cómo revalorarla? Investigadores del Grupo de Ciencia y Tecnología de los Materiales (CITEM) de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), junto a especialistas en arquitectura e historia, coinciden en que hay que valorar las técnicas de su extracción, encontrar usos para sus residuos y proteger las zonas dónde se encuentra.

Las reservas de esta piedra, se originaron tras las erupciones explosivas del volcán Chachani (hace 13 millones de años) y no a las del Misti, como se cree popularmente, explicó el arquitecto y arqueólogo del Centro de Estudios Peruanos de la San Pablo, Gonzalo Prebístero Rodríguez.

El sillar tiene una composición porosa y su resistencia es muy limitada. Esta es la razón por la que la construcción usando solo este material es poco recomendable, comenta el director del Departamento de Ciencias Naturales de la UCSPFredy Huamán Mamani.

El ingeniero de Materiales, comenta que un campo importante para dar mayor valor al sillar, es el uso de los residuos que genera su extracción. Una alternativa es el cemento ecológico, propuesta que analizan en la actualidad los investigadores del CITEM. Lo que buscan es elaborar más productos con los residuos que han creado montañas en las canteras de extracción.

Por su parte, el arquitecto Denis Mayta Ponce, docente de la UCSP e investigador del CITEM, señaló que el sillar no es exclusivo de Arequipa, pero es aquí donde se le ha dado mayor uso para las construcciones, reforzadas con un amasijo de cal, arena y piedras, y varias piezas de sillar, para formar los muros de las iglesias, casonas y otros monumentos que datan del periodo colonial (siglo XVII).

Estas importantes construcciones aún se mantienen en pie por el modo como fueron levantadas y son, entre otros factores, las que nos han dado el título de patrimonio cultural de la humanidad reconocida por la Unesco.

El sillar constituye parte de la historia arequipeña, por lo que los especialistas consideran que se debe trabajar para revalorar este material y las técnicas ancestrales que utilizan los canteros para extraer los bloques, pues pasan de generación en generación desde el primer extractor.

También es importante la conservación de las canteras, pues tienen mucho potencial turístico, por ejemplo, la “Ruta del sillar” y deben ser preservadas de la contaminación con aguas residuales de las asociaciones de viviendas aledañas.

Además, es un lienzo natural para los artesanos y escultores de este material que han hecho distintos trabajos, entre los que destacan la réplica de la fachada de la catedral de nuestra ciudad, entre otros.

Estas apreciaciones fueron dadas durante el evento Arequipa, una ciudad tallada en sillar. Una mirada desde la historia, arquitectura y la ingeniería”, organizado por el Departamento de Ciencias Naturales de la UCSP como parte de Universitas 2021, el mayor evento académico y cultural que organiza una universidad del sur del país. Este fue el segundo año que se realizó de manera virtual y tuvo más de 50 actividades.

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