Christian Delgado Polar
Profesor del Departamento de Ciencia de la Computación de la Universidad Católica San Pablo
Han pasado 80 años desde la creación del primer computador funcional. Más de medio siglo desde la creación del primer microprocesador y más de dos décadas desde el inicio de la era del Internet masivo. Recordamos con nostalgia las primeras cabinas de internet o el ruidito a cuerdas desafinadas que se escuchaba en la casa, cuando este servicio se conectaba por línea telefónica.
Desde entonces, la computación ha transformado la vida de cada ser humano sobre este planeta. Billones de personas acceden a Internet diariamente. Casi 5 billones usan teléfonos celulares inteligentes, siendo la población mundial actual de 7.88 billones (es decir, más del 60 % de personas utilizan smartphones). Esta cifra se incrementa enormemente si consideramos la población mundial que en la actualidad usa algún tipo de dispositivo computacional.
Las personas usan laptops, tablets, computadoras, consolas de videojuegos, televisores y relojes inteligentes, ven películas digitales, acceden a redes sociales, utilizan la nube, usan sistemas de información en sus trabajos a diario, con números que van en aumento cada día. Solamente entre 2014 y 2024, el número de usuarios de smartphones se incrementó en 45 % con relación a la población mundial.
Por lo tanto, podemos decir que la Ciencia de la Computación, literalmente, ha tomado el mundo, radicando su transformación en el impacto que el software ha tenido en la industria. De hecho, en los últimos años, la pervivencia de las compañías ha estribado en su capacidad de adaptarse al cambio tecnológico, mientras que su extinción se ha debido a la nula o poca capacidad de incorporarse a las nuevas tecnologías.
Borders Bookstore fue la principal empresa de venta de libros en formato físico, y cuando se crean los primeros libros digitales, decide tercerizar este tipo de negocio a una pequeña empresa de aquel entonces llamada Amazon. En 2012, las ventas de libros digitales sobrepasaron por primera vez las ventas de libros físicos y Borders Bookstore terminó declarándose en quiebra en 2011.
Otro caso similar fue el de la empresa de renta de videos Blockbuster, la cual fue líder en el rubro hasta la llegada de Netflix. Netflix tiene actualmente cerca de 260 millones de usuarios. Blockbuster se declaró en quiebra en marzo de 2011.
Sistemas como Napster (1999) comenzaron a distribuir música por Internet y las empresas discográficas tradicionales (A&M Records, Sony, etc.) comenzaron a luchar contra este tipo de distribución musical, logrando vencer en un primer momento. Sin embargo, surgirían nuevas empresas de distribución musical por Internet como Spotify o Pandora, por lo que, finalmente, las compañías tradicionales no pudieron luchar más y tuvieron que firmar un acuerdo para ser proveedoras de las nuevas compañías digitales.
Empresas pertenecientes al ámbito tecnológico tampoco han escapado a estos problemas, a pesar de su rubro. Microsoft ya no es lo que alguna vez fue, no construyó a tiempo un sistema operativo móvil. Android tiene hoy en día el 71.5 % del mercado de sistemas operativos móviles, seguido de iOS con 27.73 % y Windows tiene actualmente sólo el 0.02 %. Microsoft ha declarado que ya no seguirá intentando entrar en el mercado móvil.
En un mundo en constante cambio, ver lo que viene a futuro es importante, si no lo hacemos corremos el riesgo de desaparecer como lo hicieron estas grandes compañías tradicionales, que no supieron ver el cambio tecnológico que se venía y no pudieron adaptarse. O, finalmente, tendremos que aliarnos tardíamente al ver que no podemos luchar contra esa gran bola de nieve, perdiendo gran parte del mercado.
Hoy en día, por ejemplo, tenemos un nuevo escenario de revolución tecnológica causado por la inteligencia artificial. Y si bien, algunos “gurús” proponen que se hagan pausas en su desarrollo, este intento finalmente resultará infructuoso y no frenará la gran bola de nieve que se viene. La clave radica en poder contar con una respuesta anticipada.
Por ejemplo, en la industria postal, FedEx, adoptó tempranamente la idea de que “la información respecto del paquete es tan importante como el paquete por el mismo”. Debido a esto, emplea cientos de desarrolladores que construyen y despliegan software para correo y envío. FedEx era líder de la distribución de paquetes en el mundo, hoy en día, lo sigue siendo. A diferencia de los ejemplos anteriores, esta es una compañía que supo ver el futuro.
La herramienta que siempre ha tenido el ser humano, para intentar ver qué viene a futuro y ayudar a las personas con nuevas propuestas, es la investigación. Conocer lo que está pasando, saber cuáles son las tendencias y proponer nuevas ideas forman parte del método científico. Esto permite que no solamente estemos preparados, sino que seamos líderes en el mundo, al ser pioneros en alguna idea.
En un área tan cambiante como la Computación, la Investigación se torna aún más importante. Es por esta razón que la mayoría de las grandes empresas tecnológicas, tienen departamentos de investigación para proponer nuevas ideas que les sirvan a fin de mantener su liderazgo.
No es una coincidencia que las grandes marcas en computación (Microsoft, Meta, Amazon, Apple, X, etc.) estén actualmente investigando en inteligencia artificial y utilizando esta tecnología para analizar su información con Ciencia de Datos, de manera que esto les permita obtener ventajas competitivas y crecer.
Por ello, la Investigación en Ciencia de la Computación, que se da tanto en la industria del software como en el ámbito académico, nos va a dar la posibilidad de impactar en el mundo de manera drástica. Como el mundo está inmerso en Computación, si no investigamos en esta área estaremos ciegos y vulnerables, perdiendo la posibilidad de tener la oportunidad de dejar una huella en la historia.
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