Gabriel Centeno Andía
¿Cómo es que un par de arequipeñas acostumbradas al adobo, americano, chicharrón y demás platos típicos, migraron al veganismo? Ellas descubrieron ese estilo de vida en el extranjero. Elicenny Sánchez lo hizo cuando estudiaba en Estados Unidos y Yanira Ayvar mientras se especializaba en Chile.
“Me pareció una opción saludable y con un sentido potente sobre la conservación de la naturaleza, sobre todo ser empático con los animales y darle al organismo alimentos de buena calidad. Pero cuando regresé a Arequipa fue un problema porque no había nada de lo que consumía y tuve que prepararlo viendo tutoriales en Internet. Mi familia y amigos se interesaron por probar y al final, se convirtieron en mis primeros clientes, obviamente era una producción pequeña al principio”, señala Eli.
En 2018 empezó la aventura de preparar algunos productos como leche de almendras, mantequilla de maní y demás, pero en 2019 decidió junto a Yanira, abrir una tienda especializada y a fines de ese mismo año —en noviembre— abrieron un restaurante vegano en la calle San Vicente 109-B en Yanahuara.
“Los primeros meses fueron duros y hacíamos de meseras, cajeras y lavaplatos porque estábamos empezando, pero poco a poco el negocio mejoró. Satiba va más allá del dinero, podemos tener ingresos, pero lo importante es promover un cambio en las personas que les permita vivir en armonía con la naturaleza, consumiendo productos sanos sin la necesidad de generar sufrimiento innecesario en los animales”, sostiene Eli, que cada día está más convencida de que se puede lograr un cambio.
Rico y sano
Quienes creen que la comida vegana es —o debería ser— desagradable, están completamente equivocados. Hasta ahora no hubo plato que haya regresado completo a la cocina y eso demuestra que la alimentación sin carne o insumos derivados de animales como huevos o leche, no son indispensables para ser sabrosos. En Satiba todo es rico y principalmente sano.
La calidad de sus productos fue el principal referente para el crecimiento del negocio y con el tiempo, implementaron una página (www.satibatherapy.com) para ofrecer nuevos productos. Actualmente pueden encontrar en la tienda virtual cepillos de dientes de bambú, tinte para el cabello, cosméticos naturales, vajilla, cerveza artesanal, snacks y demás.
Satiba creció de boca en boca y fue potente el movimiento en redes sociales (Instagram), sobre todo el que realizan las propietarias Yanira y Eli en sus cuentas personales. Su público local es muy joven y antes de la pandemia predominaba la presencia de extranjeros.
Platos ‘peruganos’
Uno de los objetivos a mediano plazo es tener una carta de comida peruana, pero con insumos 100% veganos. Ahora ya ofrecen lomo saltado, pero quieren incorporar nuevos platillos para que las personas se identifiquen y opten por nuevas ofertas gastronómicas.
El emprendimiento culinario iniciado por este par de amigas, que se conocen desde el colegio, actualmente colinda con la ‘locura’ de querer cambiar el mundo; ambas viven convencidas que puede ser un mejor lugar para vivir.
Afortunadamente encontraron a más personas que comparten esa visión y conformaron una comunidad que crece día a día, como sus ganas de prosperar y seguir fomentando un cambio.
EL DATO
Nunca es tarde para ser vegano, pero es necesario tener un soporte médico y nutricional porque no se trata de comer solo verduras, sino que debe ser balanceado y consumir el producto ideal que brinde los nutrientes necesarios al cuerpo.