Mujeres que brillan como el sol

Intiwawa a través del programa Mujeres Luchadoras, agrupó a varias madres de familia que ahora, tienen más oportunidades y mayor voluntad para salir adelante

Gabriel Centeno Andía

Zarely empezó a tejer, usando los rayos de los aros de las bicicletas. Su abuela, Primitiva, le enseñó a dar las primeras puntadas y no podía utilizar las duranas, hasta que domine la técnica a la perfección. Ella aún estaba en el colegio, cuando empezó en ese arte y hoy —podríamos decir—que es una experta.

Conocedoras de su experiencia, en 2018, fue convocada por sus cuñadas para apoyar la confección de unas bolsas para chocolates. Ese año se sumó al programa, Mujeres Luchadoras de la asociación Intiwawa y colaboró tejiendo la cantidad que necesitaban para vender en la Feria Internacional de Arequipa. Lograron recaudar 6 000 soles en esa oportunidad.

Cuando terminó el colegio, decidió estudiar Educación. Ingresó a un instituto superior para enseñar Educación primaria y terminó el 4to año. A los 21 años, quedó embarazada de su primer hijo y postergó sus estudios, pero ahora tenía que dar las puntadas más importantes de su vida.

Para sacar adelante a su familia, se dedicó a la elaboración de ladrillos en el sector de San Isidro (Mollebaya). “Desde las 8 de la mañana, estoy en la ladrillería, luego voy a casa y veo a mis hijos. Luego voy al taller de Intiwawa entre las 3 y 4 de la tarde, depende de la hora a la que termine mi jornada haciendo ladrillos”, comenta.

Zarely sostiene que, tejer la desestresa. Ella quiere retomar la carrera de Educación, pero ahora piensa en enseñar este arte. “Creo que aún tengo la oportunidad de terminar mi carrera, aunque me gustaría compartir lo que sé, para que otras mujeres tengan un oficio y tal vez, en el futuro, pueda tener un taller propio y una tienda para ofrecer lo que hago. Siento que, tejiendo, mi abuela se siente orgullosa”, dice con nostalgia, pues su abuela falleció.

Mujeres Luchadoras

Yola y Macni, tienen una historia similar a la de Zarely. Tuvieron sus primeros hijos cuando eran muy jóvenes y suspendieron su educación superior para dedicarse a su familia. Además, tuvieron la suerte de aprender el arte de tejer de muy niñas y actualmente, siguen soñando con emprender un negocio junto a sus familias.

“Yo estudiaba Enfermería, pero ahora quisiera retomar mi formación superior. Quisiera estudiar Cosmetología y complementarla con el tejido”, afirma Yola. Macni está convencida que, la unión hace la fuerza y quiere enseñar a más mujeres a tejer para asociarse y poder exportar su producción.

Actualmente son 12 las mujeres que participan del programa Mujeres Luchadoras. Allí, además de enseñarles a tejer, reciben clases sobre manejo de costos y todas las herramientas que les permitirán concretar futuros emprendimientos.

EL DATO

Desde el 2008, Intiwawa interviene en los pueblos alejados de la ciudad, como Coporaque (Caylloma). Si quieres apoyar y conocer más de la asociación, visita es.intiwawa.org

Niños del sol

Manon Faron, es la directora general de Intiwawa. Ella es una apasionada de los temas de educación y desarrollo social. Nació en Francia y trabajó en Estados Unidos, Colombia, Guatemala y México, antes de llegar a Perú en 2021. Su trabajo no fue sencillo. No pudo ingresar el país por las restricciones del COVID-19; sin embargo, desde que llegó, no se detuvo para impulsar los proyectos de la asociación.

“El objetivo es que la asociación se desarrolle, que tenga más independencia financiera y sostenibilidad para hacer crecer los proyectos y la casa de Intiwawa. Un objetivo a corto plazo, es iniciar proyectos con adolescentes y retomar los de nutrición y salud”, comenta dentro de la combi, camino a Mollebaya. Aunque lo que realmente quiere, es que la asociación sea conocida en el mundo para conseguir mayor apoyo.

Intiwawa tiene como objetivo, contribuir al desarrollo integral de los niños vulnerables y ayudarlos a cumplir sus sueños. Una tarea muy compleja, pero el equipo tiene muchas ganas de conseguirlo, para ello, la asociación desarrolla diferentes proyectos enfocados en potenciar la educación de los menores, cuidar su salud, fortalecer los valores socioculturales y el empoderamiento de los padres.

Desde que terminó sus estudios superiores, Manon estuvo fuera de su país y lejos de la familia. “Creo que la familia se acostumbra, aunque uno nunca deja de extrañarla, pero el cariño de las mamitas y los niños, nos hacen sentir que no estamos tan lejos del hogar y que tenemos una casa”, señala reconfortada de ser parte de esta cruzada social.

 

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